Menú
JUICIO EN MALABO

El jefe de los mercenarios dice que España apoyaba un golpe de Estado en Guinea Ecuatorial

El principal acusado en el juicio que se celebra en Malabo contra los presuntos implicados en una tentativa de golpe de Estado contra el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, Nick du Toit, declaró que el supuesto "cerebro" de la operación le aseguró que el Gobierno español le respaldaba.

LD (EFE) Según informaba en su edición vespertina de este martes el periódico sudafricano The Star, confirmadas por fuentes de la defensa, Nick du Toit, el único "mercenario" para quien la fiscalía pide la sentencia de muerte, declaró ante el tribunal que Simon Mann, ahora detenido en Zimbabue, le dijo que "el Gobierno español reconocería al (eventual) Gobierno de (Severo) Moto, y que tenía el beneplácito de unos políticos importantes de EEUU".
 
En sus declaraciones ante el tribunal durante la primera jornada del juicio, ayer, Du Toit afirmó que le dijeron que Mann aterrizaría en un avión treinta minutos después del desembarco de la fuerza principal, según publica en portada The Star. "Si era verdad o no, no lo sé", puntualizó Du Toit, uno de los ocho sudafricanos que están siendo juzgados juntos a seis armenios y cinco guineoecuatorianos.
 
Du Toit, empresario con inversiones en Guinea, sostuvo que aceptó la invitación de Mann para ayudar en los preparativos del golpe porque quería continuar sus negocios en Guinea (después del cambio de régimen), donde "hay muchas posibilidades". El diario informó de que "los fiscales le quitaron la palabra a Du Toit cuando comenzó a hablar de sus negocios con la familia de Obiang, ya que el propio Obiang había descartado que sus íntimos estuviesen implicados en el supuesto complot".
 
El rotativo afirma que los fiscales "insistieron en que el complot consistía en derrocar violentamente a Obiang y sustituirlo por Severo Moto, personaje opositor que vive en el exilio en España".

Temas

0
comentarios

Servicios

  • Radarbot
  • Curso
  • Inversión
  • Securitas
  • Buena Vida
  • Reloj Durcal