
L D (EFE) Según algunos sondeos el partido Likud, la derecha tradicional que no supera los 11 escaños, queda relegado al cuarto lugar, mientras que la derecha nacionalista, representada por Israel Beitenu (Israel es nuestro hogar), le supera y alcanzaría un resultado histórico, de cumplirse las primeras previsiones.
La coalición de derecha nacionalista Unión Nacional-Partido Nacional Religioso, habría logrado entre 8 y 9 escaños, según los sondeos de los dos canales televisivos. Los partidos religiosos Shas y Judaísmo Unido de la Biblia consiguen entre 10 y 11 escaños el primero, y entre cinco y seis el segundo. El izquierdista Meretz consigue, según los sondeos de ambos canales, cinco escaños.
Finalmente los partidos árabes Raam, Balad y Jadash no superan ninguno de ellos los cuatro escaños. La gran sorpresa de la noche ha sido el resultado obtenido por el Partido de los Jubilados, que logra entre 6 y 8 escaños.
Respecto a la participación, la comisión electoral confirmó este martes por la noche que la tendencia que se registró a lo largo de toda la jornada se ha confirmado y que ha sido la más baja de todos los procesos electorales celebrados, incluidas las elecciones a primer ministro de 2001. La baja participación ratifica la apatía que el público mostró hacia la campaña electoral, que no consiguió despertar el interés de la gente como en procesos anteriores.
El Kadima se felicita y acusa a Netanyahu del desplome del Likud
El portavoz de Kadima también acusó al ex primer ministro israelí y cabeza de cartel del Likud, Benjamín Netanyahu, de ser "el responsable por el desplome" de este partido, que según los sondeos ha pasado a ser la cuarta o quinta fuerza política en Israel, tras 30 años de predominio político. Las expectativas de Kadima llegaron a ser mucho mayores en los meses previos a las elecciones, hasta el punto de que algunos sondeos le llegaron a otorgar hasta 44 diputados.
Kadima, creado en noviembre pasado por el primer ministro israelí, Ariel Sharón, se presentó a las elecciones con un programa centrado en un plan para evacuar de forma unilateral parte del territorio de Cisjordania.
Netanyahu no dimite
Tras la salida de Sharon (en estado de coma desde el infarto cerebral que sufrió el pasado 4 de enero), apenas "comenzamos a recobrar el partido y decidimos emprender un nuevo camino; no tengo ninguna duda de que seguiremos nuestra senda y devolveremos al Likud el lugar que le corresponde en la dirección de este estado", aseguró. "Os prometo –concluyó– días más felices". El Likud fue desde el año 1977 la fuerza predominante de la política israelí, pero la salida de Sharon para fundar Kadima, con el que pretendió poner en marcha su plan unilateral de abandono de parte de los territorios palestinos, supuso una verdadera sangría para esa formación.
