L D (EFE) En unas declaraciones a la radio pública israelí, el diputado dijo que "supongo, y es también lo que espero y creo, que allá por noviembre toda la situación será diferente y que el Partido Laborista no será parte de un Gobierno de unidad nacional". "Dijimos que veníamos (al Gobierno) para ayudar a Ariel Sharón en la desconexión y si pedimos la confianza del electorado nos será muy difícil obtenerla desde dentro de la coalición", agregó.
El Partido Laborista se sumó al Gobierno de Sharon en enero pasado con el único objetivo de apoyarle en la evacuación de los asentamientos, aunque ahora se ve en una encrucijada con vistas a la aprobación a finales de año de unos presupuestos que contradicen su ideología y la posibilidad de que se convoquen elecciones anticipadas.
Tras la "desconexión", que le ha costado a Sharon el apoyo de una gran parte de sus propios diputado del Likud, en Israel se respira ya un ambiente electoral y los principales partidos barajan sus posibilidades. Cabel manifestó al respecto que espera que una vez completado todo el proceso de evacuación, lo que se prevé para el 4 de octubre, Likud y Laborismo acuerden una fecha para la celebración de elecciones generales anticipadas.
Ante la pérdida de apoyo dentro del Likud, donde ha sufrido la rebeldía de más de la mitad de sus diputados y ministros, Sharón se ve en la disyuntiva de si compite por el liderazgo del partido frente a su ex ministro de Finanzas, Benjamín Netanyahu, mucho más derechista, o forma un nuevo partido de tendencia más moderada. Algunos de sus asesores le han aconsejado esta misma semana que forme un nuevo partido y trate de captar con él un espectro político que oscile entre la derecha moderada y la izquierda moderada.