L D (EFE)
El informe, divulgado en la página de Internet de la revista, ha avivado la controversia sobre los abusos y demás métodos utilizados contra los prisioneros en Abu Ghraib para sacarles información sobre grupos insurgentes en Irak. Sin embargo, el Pentágono se ha apresurado a desmentir la información. Un portavoz, Lawrence Di Rita, explicó que el informe es "descabellado" e insistió en que ni Rumsfeld ni nadie más en el Pentágono autorizó el programa de interrogatorios.
Según el portavoz, los abusos documentados en las fotos y vídeos hasta ahora divulgados no tienen ninguna base en "un programa autorizado, manual de capacitación, instrucción u orden alguna del Departamento de Defensa". A su juicio, la información adelantada y que se publicará este lunes responde a una campaña de desestabilización porque "el reportaje parece reflejar la febril opinión de personas con poca o nula conexión a las actividades del Departamento de Defensa".
La revista no culpa a Rumsfeld por los abusos, pero indica que el plan secreto autorizaba diversos métodos coercitivos, inicialmente utilizados en la búsqueda de miembros de Al-Qaeda en Afganistán y que, con el visto bueno de Rumsfeld, fueron aplicados en la cárcel de Abu Ghraib.
Según el portavoz, los abusos documentados en las fotos y vídeos hasta ahora divulgados no tienen ninguna base en "un programa autorizado, manual de capacitación, instrucción u orden alguna del Departamento de Defensa". A su juicio, la información adelantada y que se publicará este lunes responde a una campaña de desestabilización porque "el reportaje parece reflejar la febril opinión de personas con poca o nula conexión a las actividades del Departamento de Defensa".
La revista no culpa a Rumsfeld por los abusos, pero indica que el plan secreto autorizaba diversos métodos coercitivos, inicialmente utilizados en la búsqueda de miembros de Al-Qaeda en Afganistán y que, con el visto bueno de Rumsfeld, fueron aplicados en la cárcel de Abu Ghraib.
