L D (EFE) Antiguo comandante del campo de concentración de Susica (Bosnia), Nikolic asumió en septiembre pasado su responsabilidad en la persecución de musulmanes y croatas por razones políticas, raciales o religiosas, un cargo que incluye los delitos de asesinato, violación y torturas. A cambio de su confesión la Fiscalía pidió una condena que no supere los 15 años de cárcel, pero los jueces no están vinculados por este tipo acuerdos.
Durante las vistas que se celebraron en noviembre, Nikolic, de 46 años, fue descrito como un brutal asesino y violador que no sólo daba órdenes a los guardias del campo de concentración de Susica, situado en el noroeste de Bosnia, sino que perpetraba los crímenes personalmente. Según relataron los testigos, las condiciones del campo, por el que pasaron 8.000 prisioneros, incluidos niños y mujeres, en el verano de 1992, eran inhumanas, la comida escasa, carecía de las mínimas condiciones sanitarias y los internos eran sometidos a malos tratos y todo tipo de abusos físicos y psíquicos.
Nikolic relató que había tomado parte en torturas y brutales palizas, algunas de las cuales desembocaron en la muerte de los detenidos. Reconoció también que permitió que mujeres y niñas fueran violadas por los guardias y soldados; muchas de ellas eran sacadas del campo de concentración por las noches y conducidas a otras localidades donde varios varones abusaban de ellas repetidamente. Nikolic fue la primera persona acusada por el TPIY en 1994, pero no fue detenido hasta abril de 2000 por la Fuerza de Estabilización de la OTAN en Bosnia-Herzegovina (SFOR) en una complicada operación que fue calificada por el Gobierno serbio de "secuestro".