L D (EFE)
Este miércoles, dirigentes del Movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS), expresaron su disgusto con la puesta en libertad de un número, según ellos, reducido de prisioneros y advirtieron que no descartaban ningún tipo de acción, incluido el secuestro de israelíes, para lograr la excarcelación de sus compañeros todavía cautivos.
Mientras, cuatro palestinos fueron detenidos en la madrugada de este jueves en Cisjordania, entre ellos una mujer en Ramala y un hombre al sur de la ciudad de Jenin, ambos del brazo armado del movimiento nacionalista de Al-Fatah, y otros dos en Tulkarem y Hebron del Movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS). También 18 miembros de las fuerzas palestinas de seguridad fueron detenidos en la localidad de Jericó bajo la sospecha de que planeaban la fabricación de morteros caseros como los que las facciones armadas han lanzado desde la franja de Gaza al interior de Israel.
Asimismo, la policía israelí ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad en la ciudadela de Jerusalén, debido a la intención de varios legisladores israelíes de entrar en la Explanada de las Mezquitas –el Monte del Templo para los judíos– hoy Tesha be-Av, 9 del mes Av del calendario judío, fecha en la que se rememora la destrucción del primer y segundo templo. El diputado del Likud Yehiel Hazan dijo que según la información que ha recibido, los efectivos de seguridad israelíes permitirán la entrada a los miembros de la Kneset (Parlamento israelí) al santuario.
Por su parte, la Policía ha reiterado que considera ese plan un peligro para la seguridad debido a que la comunidad musulmana lo interpretaría como una grave provocación y prohibirán el paso a los judíos que intenten acceder. El ministro de Seguridad Pública, Tzachi Hanegbi y el jefe de la Policía, Shlomo Aharonishki, advirtieron que la visita podría resultar en un derramamiento de sangre.
No obstante, Hazan declaró su determinación de romper el cerco policial para acceder al Monte del Templo, y otros legisladores de facciones ultranacionalistas afirmaron que contemplaban acompañar a la delegación. Hazan, que no es religioso, dijo que se trata de una cuestión de principio. "Todo judío tiene permiso para visitar cualquier lugar santo y no hay razón que me impida visitar el lugar más santo en Tisha be-Av", dijo.
La mayoría de los rabinos afirman que los judíos no deberían entrar en el recinto para evitar que pisen accidentalmente el punto donde se encontraba el Santo Sanctorum. La visita del actual primer ministro israelí, Ariel Sharon, el 28 de febrero de 2000, a ese lugar acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad fue interpretado por los palestinos como una seria provocación y dio paso al levantamiento que continúa hasta el día de hoy.
Mientras, cuatro palestinos fueron detenidos en la madrugada de este jueves en Cisjordania, entre ellos una mujer en Ramala y un hombre al sur de la ciudad de Jenin, ambos del brazo armado del movimiento nacionalista de Al-Fatah, y otros dos en Tulkarem y Hebron del Movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS). También 18 miembros de las fuerzas palestinas de seguridad fueron detenidos en la localidad de Jericó bajo la sospecha de que planeaban la fabricación de morteros caseros como los que las facciones armadas han lanzado desde la franja de Gaza al interior de Israel.
Asimismo, la policía israelí ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad en la ciudadela de Jerusalén, debido a la intención de varios legisladores israelíes de entrar en la Explanada de las Mezquitas –el Monte del Templo para los judíos– hoy Tesha be-Av, 9 del mes Av del calendario judío, fecha en la que se rememora la destrucción del primer y segundo templo. El diputado del Likud Yehiel Hazan dijo que según la información que ha recibido, los efectivos de seguridad israelíes permitirán la entrada a los miembros de la Kneset (Parlamento israelí) al santuario.
Por su parte, la Policía ha reiterado que considera ese plan un peligro para la seguridad debido a que la comunidad musulmana lo interpretaría como una grave provocación y prohibirán el paso a los judíos que intenten acceder. El ministro de Seguridad Pública, Tzachi Hanegbi y el jefe de la Policía, Shlomo Aharonishki, advirtieron que la visita podría resultar en un derramamiento de sangre.
No obstante, Hazan declaró su determinación de romper el cerco policial para acceder al Monte del Templo, y otros legisladores de facciones ultranacionalistas afirmaron que contemplaban acompañar a la delegación. Hazan, que no es religioso, dijo que se trata de una cuestión de principio. "Todo judío tiene permiso para visitar cualquier lugar santo y no hay razón que me impida visitar el lugar más santo en Tisha be-Av", dijo.
La mayoría de los rabinos afirman que los judíos no deberían entrar en el recinto para evitar que pisen accidentalmente el punto donde se encontraba el Santo Sanctorum. La visita del actual primer ministro israelí, Ariel Sharon, el 28 de febrero de 2000, a ese lugar acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad fue interpretado por los palestinos como una seria provocación y dio paso al levantamiento que continúa hasta el día de hoy.
