LD (EFE) El Ministerio de Justicia de Tailandia autorizó la exhumación de al menos cuatrocientos cadáveres enterrados en diversas fosas comunes. Se sospecha que las víctimas fueron asesinadas por miembros de las fuerzas de seguridad que están desplegadas en la zona para hacer frente a los grupos terroristas.
La prensa local público desde enero la existencia de fosas comunes en un cementerio de la ciudad de Pattani, al sur, y escenario de continuos ataques, atentados y enfrentamientos entre las tropas y militantes de grupos terroristas islámicos de corte separatista.
En las tareas de exhumación participan miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en representación de los grupos civiles que acusan a las fuerzas de seguridad tailandesas de secuestrar, torturar y asesinar a algunos de los presuntos insurgentes, cuya desaparición ha sido denunciada por sus familiares.
Kraisak Choonhavan, senador y activista defensor de los derechos humanos, apuntó la pasada semana que existían sospechas fundadas de que muchos de los cadáveres son de personas que fueron secuestrados y detenidas por agentes de los cuerpos de seguridad del Estado durante los últimos dos años.
