LD (Agencias)
Las negociaciones entre los partidos democristiano (CDA) y laborista (PvdA) para la formación de gobierno en Holanda quedaron rotas este viernes según confirmaron fuentes de ambas formaciones. El desacuerdo sobre el ajuste presupuestario necesario para los próximos cuatro años -unos 19.000 millones de euros- ha sido la causa de que fracase el intento de formar una coalición entre los dos principales partidos holandeses, tras dos meses de complejas negociaciones. A media jornada, los mediadores designados para acercar a ambos partidos (los llamados “informadores”) presentarán un balance de sus gestiones a la Reina Beatriz.
De acuerdo con la Constitución holandesa, ahora se abren tres escenarios: la negociación de una coalición de color diferente, la constitución de un Gobierno de “técnicos” o la convocatoria de nuevas elecciones. La formación de una coalición diferente a la ensayada parece poco probable, dado que sólo contarían con mayoría parlamentaria suficiente dos combinaciones, una compuesta por liberales, democristianos y la lista Pim Fortuyn, y otra por democristianos, liberales y el partido D66. En el primer caso, se trataría de la reedición de la coalición saliente cuya corta y agitada vida desembocó en la convocatoria de elecciones anticipadas. La segunda opción tampoco parece viable habida cuenta de que los centristas del D66 han hecho público su deseo de permanecer en la oposición tras unos resultados electorales poco favorables.
El gabinete del primer ministro democristiano Jan Peter Balkenende gobierna en funciones desde octubre de 2002, cuando presentó su dimisión a causa de la inestabilidad política provocada por el inexperto partido LPF, que desde mayo de ese año formaba parte de la coalición con democristianos (CDA) y liberales (VVD). Los resultados de las elecciones parlamentarias anticipadas del pasado 22 de enero volvieron a dar la victoria a los democristianos, con 44 escaños, aunque seguidos muy de cerca, a solo dos escaños, por los laboristas.
De acuerdo con la Constitución holandesa, ahora se abren tres escenarios: la negociación de una coalición de color diferente, la constitución de un Gobierno de “técnicos” o la convocatoria de nuevas elecciones. La formación de una coalición diferente a la ensayada parece poco probable, dado que sólo contarían con mayoría parlamentaria suficiente dos combinaciones, una compuesta por liberales, democristianos y la lista Pim Fortuyn, y otra por democristianos, liberales y el partido D66. En el primer caso, se trataría de la reedición de la coalición saliente cuya corta y agitada vida desembocó en la convocatoria de elecciones anticipadas. La segunda opción tampoco parece viable habida cuenta de que los centristas del D66 han hecho público su deseo de permanecer en la oposición tras unos resultados electorales poco favorables.
El gabinete del primer ministro democristiano Jan Peter Balkenende gobierna en funciones desde octubre de 2002, cuando presentó su dimisión a causa de la inestabilidad política provocada por el inexperto partido LPF, que desde mayo de ese año formaba parte de la coalición con democristianos (CDA) y liberales (VVD). Los resultados de las elecciones parlamentarias anticipadas del pasado 22 de enero volvieron a dar la victoria a los democristianos, con 44 escaños, aunque seguidos muy de cerca, a solo dos escaños, por los laboristas.