LD (Agencias) La sala segunda del Tribunal Supremo de Italia ha confirmado los términos de la sentencia de apelación, de mayo de 2003, dictada por un tribunal de Palermo (isla de Sicilia), según la cual quedaban prescritos los hechos delictivos atribuidos por la fiscalía a Giulio Andreotti hasta 1980 y era absuelto por los posteriores.
De esa manera la sala del Supremo ha aceptado la tesis expuesta este jueves por el fiscal de ese Tribunal, Francesco Saverio Iacoviello, quien pidió la ratificación de la sentencia emitidas por el tribunal de apelación de Palermo, después de que en primera instancia fuera también absuelto. En esa sesión manifestó que no hay pruebas para condenar a Andreotti, de manera que recordó la jurisprudencia al asegurar que "el juez está obligado a absolver cuando falta la prueba, es insuficiente o contradictoria".
El político, de 85 años, sólo deberá pagar los costes de esta parte del proceso, que acabó tras una reunión de más de dos horas de los integrantes de la sala del Supremo. A pesar de que la sentencia cierra de manera definitiva los problemas jurídicos de Andreotti, sus abogados no se sienten satisfechos porque querían la absolución "con fórmula plena" para los hechos anteriores a 1980. Su objetivo era que no quedara duda alguna acerca de la actuación del que ha sido siete veces primer ministro.
El origen del caso se sitúa en 1992, cuando el nombre del político apareció por primera vez en un sumario en Palermo, mencionado por algunos "arrepentidos" de la mafia, colaboradores de la Justicia. Al año siguiente el tribunal palermitano pidió al Senado la autorización para proceder judicialmente contra Andreotti, quien aceptó ese suplicatorio, lo que dio origen al proceso en el cual una treintena de "arrepentidos" le han acusado de haber sido un punto de referencia para la mafia siciliana durante años.
