L D (Agencias) "El objetivo de este museo es recordar a todos los polacos la verdad y mostrar a Europa y al resto del mundo nuestra verdadera historia y lo que ocurrió en Varsovia", dijo el primer ministro Marek Belka a una muchedumbre congregada en los jardines del museo, frente a una pared de granito en que aparecen los nombres de millares de combatientes caídos. La historia del levantamiento de Varsovia se vio obstaculizada por el gobierno comunista, que durante 40 años trató de ocultar el hecho de que el Ejército Rojo, emplazado al otro lado del Vístula, observó desde allí, sin intervenir, el aplastamiento de la revuelta por los soldados nazis.
Una veterana del levantamiento, Zofia Zaboronska, vino de Gran Bretaña para participar en la ceremonia. En palabras cargadas de emoción, que en ocasiones interrumpieron las lágrimas, Zaboronska dijo que "a partir de ahora lo que hicimos nunca será olvidado, después de esos años terribles de opresión por parte de los alemanes y los rusos". En un mensaje leído durante una misa después de la inauguración, el papa, de origen polaco, honró "a los héroes caídos y a los sobrevivientes del levantamiento de agosto".
Las ceremonias culminan el domingo en una ceremonia solemne en que participarán entre otros el secretario de Estado estadounidense Colin Powell, el canciller alemán Gerhard Schroeder, el viceprimer ministro británico John Prescott y numerosos dirigentes rusos. El levantamiento de Varsovia comenzó el 1 de agosto de 1944.
