L D (EFE)
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, también ordenó que se preserven todos los materiales relacionados con el caso que se refieran a Valerie Plame, la esposa del ex embajador de EEUU en Gabón, Joseph Wilson. El año pasado, Wilson viajó a Níger para investigar la supuesta compra por parte del régimen iraquí de Sadam Husein en ese país africano de uranio enriquecido para la eventual fabricación de armas radiactivas o nucleares.
A su vuelta, Wilson informó a la CIA de que esas versiones no eran fiables, y en julio de este año el ex embajador expresó públicamente su sorpresa ante el hecho de que Bush hubiera usado la versión de que Irak quería adquirir ese uranio como uno de los argumentos para invadir el país árabe. Pocos días después, el columnista conservador Robert Novak publicó un artículo en el cual hacía referencia a la esposa de Wilson como "una agente de la CIA en el área de las armas de destrucción masiva".
Wilson ha afirmado públicamente que la revelación del nombre de su esposa fue un acto de venganza por parte de la Casa Blanca. Novak aseguró que "dos altos funcionarios del Gobierno" le habían proporcionado la identidad de Plame como agente de la CIA. La divulgación del nombre viola varias leyes estadounidenses, entre ellas una normativa federal que prohíbe la identificación de los agentes secretos y otra que especifica que, cuando un funcionario asume su cargo, se compromete a no divulgar información clasificada.
A su vuelta, Wilson informó a la CIA de que esas versiones no eran fiables, y en julio de este año el ex embajador expresó públicamente su sorpresa ante el hecho de que Bush hubiera usado la versión de que Irak quería adquirir ese uranio como uno de los argumentos para invadir el país árabe. Pocos días después, el columnista conservador Robert Novak publicó un artículo en el cual hacía referencia a la esposa de Wilson como "una agente de la CIA en el área de las armas de destrucción masiva".
Wilson ha afirmado públicamente que la revelación del nombre de su esposa fue un acto de venganza por parte de la Casa Blanca. Novak aseguró que "dos altos funcionarios del Gobierno" le habían proporcionado la identidad de Plame como agente de la CIA. La divulgación del nombre viola varias leyes estadounidenses, entre ellas una normativa federal que prohíbe la identificación de los agentes secretos y otra que especifica que, cuando un funcionario asume su cargo, se compromete a no divulgar información clasificada.
