
LD (EFE) La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el mayor centro clandestino de detención y torturas, fue el escenario elegido por el presidente Néstor Kirchner para recordar que justo el 24 de marzo, pero de 1976, iniciaron siete años de dictadura militar.
Miles de personas, entre las que se encontraban sobrevivientes del centro de torturas, escucharon cómo Kirchner anunció la cesión del predio de 19 hectáreas que ocupa la ESMA en la zona norte de Buenos Aires a organizaciones de derechos humanos para erigir un "Museo de la Memoria" en ese lugar.
Visiblemente emocionado, Kirchner dijo que "como presidente de Argentina, vengo a pedir perdón en nombre del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante veinte años de democracia tantas atrocidades". El mandatario, que se auto calificó como integrante de "una generación diezmada por la dictadura y castigada con dolorosas ausencias", aseguró que no lo mueve en su gestión "ni el rencor ni el odio, sino la justicia y la lucha contra la impunidad. Los responsables del hecho tenebroso y macabro de tantos campos de concentración, como fue la ESMA, tienen un sólo nombre: son asesinos repudiados por el pueblo argentino".
El "Museo de la Memoria" exhibirá testimonios, documentos y objetos que permitirán comprender la reciente y traumática historia argentina y apreciar la lucha de las organizaciones de derechos humanos por hacer conocer la verdad y lograr justicia. La ESMA, el mayor símbolo del terrorismo de Estado en Argentina, fue escenario de horrendas torturas, asesinatos, partos de detenidas cuyos hijos fueron apropiados por represores y punto de partida de los siniestros "vuelos de la muerte".
Los organismos de derechos humanos aplaudieron los gestos del presidente, que desde que asumió el gobierno, en mayo de 2003, impulsa el esclarecimiento de los crímenes cometidos entre 1976 y 1983. Además de ordenar la apertura de los archivos oficiales del período militar, el mandatario avaló la decisión del Parlamento de anular en agosto pasado dos leyes que en la década de los ochenta habían librado de responsabilidad a más de un millar de acusados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura.
