LD (EFE) En su intervención ante la Conferencia Internacional sobre el Líbano que se celebra en Roma, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, reclamó un "inmediato alto el fuego" y pidió el despliegue de una fuerza internacional en la frontera. En esos términos se han expresado la mayoría de los representantes de veinte países y organizaciones presentes en la reunión.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, país que está representado en la Conferencia de Roma por el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, informó de que Annan inauguró la reunión con un minuto de silencio en memoria de las víctimas del conflicto y se refirió expresamente a los cuatro observadores de la ONU muertos.
El secretario general de la ONU exhortó a Hezbolá "a poner fin a sus ataques deliberados a centros habitados israelíes", al tiempo que pidió a Israel "que pare los bombardeos, los bloqueos y las operaciones de tierra". Pero, para que todo esto tenga éxito hará falta un compromiso político "de los actores internacionales", añadió.
Consideró que una fuerza internacional "tiene un papel vital" y que "debería ser vista como un puente que a corto plazo ayudaría a las operaciones humanitarias, apoyaría al Gobierno del Líbano para hacer frente a la emergencia y daría seguridad al pueblo libanés". A largo plazo, esta fuerza internacional también ayudaría al Gobierno de Beirut a aplicar los acuerdos de Taef (sobre la retirada militar siria de Líbano) y las resoluciones del Consejo de Seguridad 1559 y 1680, sobre el desarme de los grupos terroristas y el respeto de la soberanía e independencia política libanesa.
