
L D (EFE) En el primer caso, un contendiente político del primer ministro, receloso de su éxito personal en las elecciones del pasado abril, donde el MSZP logró el 48 por ciento de los escaños del Legislativo, pretendió acabar con la credibilidad personal de Gyurcsany para forzar su dimisión. Incluso el propio primer ministro aseguró que "no descarta" que la filtración haya salido del propio partido con el fin de destruir su carrera.
Los analistas húngaros cimentan esta idea por el anuncio del primer ministro de que se presentará como candidato a la presidencia del MSZP, con la argumentación de que esa unificación de los poderes facilitaría el trabajo gubernamental.
La segunda hipótesis señala que Gyurcsany, el único primer ministro reelegido en las urnas desde el fin del comunismo, facilitó la filtración para demostrar que está decidido a llevar a cabo las reformas económicas y terminar con las mentiras sobre la situación real de la economía húngara.
La grabación filtrada a la radio muestra que Gyurcsany admite que mintió sobre la situación económica, pero insiste que no quiere seguir engañando a la población y para ello exige imponer unas duras reformas económicas. "Sólo puedo decir que no jugaré ningún tipo de juego: haremos lo que tenemos que hacer. Seguiremos adelante (con las reformas) hasta donde podamos", dijo Gyurcsany en la grabación. "Si soy sincero os diré que estoy lleno de dudas. Sé muy bien que lo que estamos haciendo no será perfecto", afirma el primer ministro sobre las medidas de ahorro presupuestario para sanear las cuentas públicas que han levantado el malestar en la opinión pública.
Pero a pesar del desgaste político que supone recortar la asistencia sanitaria e imponer tasa universitarias, entre otras medidas, afirmó que el MSZP debe "aprender a no quejarnos en cada instante y seguir adelante".
