LD (EFE) Según informaron a la agencia de noticias EFE fuentes de la defensa contactadas telefónicamente desde Madrid, el responsable del grupo, Nick du Toit, para quien el fiscal pide la pena de muerte, afirmó que el resto de detenidos en Malabo pensaban que trabajaban en labores para sus empresas, sin saber que se trataba de la preparación de un golpe.
Du Toit insistió en que todos ellos eran inocentes y que desconocían, entre otras cosas, que debían recoger en el aeropuerto al grupo de setenta mercenarios procedentes de Zimbabue. El empresario sudafricano declaró que detrás de la tentativa golpista se encontraban financieros extranjeros, que pretendían colocar en el poder al dirigente opositor guineano Severo Moto, exiliado en España.
En la última sesión declararon otros tres sudafricanos que trabajaban en la empresa de Du Toit, que negaron haber sido contratados como mercenarios y aseguraron que no sabían que trabajaban en la preparación de un golpe. Según las fuentes de la defensa consultadas, las declaraciones de los encausados han demostrado hasta el momento que las acusaciones del fiscal son "muy endebles" y "carecen de base probatoria".
