LD (EFE) La nueva estrategia del presidente de EEUU, George Bush, para pacificar Irak, que incluye un aumento de tropas en territorio iraquí, ha sido rechazado por la mayoría demócrata en el Congreso y con la oposición de algunos legisladores republicanos.
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, anunció que la próxima semana la cámara votará una resolución contra el aumento de tropas en Irak. La iniciativa necesita, además de los 51 votos con que cuenta su bloque, al menos otros nueve de los 49 que tienen los republicanos, para lograr la mayoría necesaria de sesenta.
Reid se se mostró confiado en que lo logrará: "esperamos tener sesenta votos", aseguró Reid, quien recordó que varios destacados legisladores republicanos han expresado su oposición al plan de Bush. Así, el influyente republicano Chuck Hagel, del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, aseguró que "este discurso de la pasada noche por parte del presidente representa, si se llega a llevar a cabo, la metedura de pata más peligrosa en la política exterior de este país desde Vietnam".
Otros republicanos, en contra, han expresado su apoyo al presidente. Por ejemplo, el senador John McCain, ex veterano de Vietnam y un posible candidato republicano a las presidenciales de 2008, se ha declarado a favor del aumento de tropas: "no garantizo la victoria o el éxito con esta nueva estrategia", afirmó, pero "si fracasamos, el caos se extenderá en la región".
Aunque los demócratas se plantean someter las propuestas de Bush a voto, cuyo resultado no sería vinculante, no se plantean recurrir, al menos por el momento, a medidas más radicales, como denegar a la Casa Blanca los fondos necesarios para el despliegue de las nuevas tropas. Una medida así permitiría a la administración acusar a los demócratas de dejar a los soldados desprotegidos ante el peligro.
