
L D (EFE) "El domingo celebraremos nuestro cuarto mitin no autorizado y esperamos que acudan unas 10.000 personas", dijo Ali Kerimli, líder del Frente Popular de Azerbaiyán, que junto con el partido Democrático y el nacionalista Musavat conforman la coalición opositora Azadlig (Libertad).
Kerimli aseguró que la represión policial no impedirá a la oposición manifestarse para demandar garantías de transparencia en las elecciones parlamentarias que tendrán lugar el próximo 6 de noviembre. "Exigimos cambios en la composición de las todas las comisiones electorales, que en las elecciones presidenciales de 2003 y en las municipales de 2004 falsificaron los resultados, y que a los electores se les aplique con tinta indeleble, para impedir que voten varias veces", dijo el dirigente opositor.
La coalición Azadlig, a la que algunas encuestas señalan como clara favorita para ganar las legislativas, espera obtener 75 de los 125 escaños que conforman la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral. "Si hay fraude, haremos un llamamiento a oponer resistencia pacífica. No utilizaremos la fuerza ni tampoco daremos pretexto para que ésta sea utilizada contra nosotros", recalcó Kerimli. Al parecer, la oposición está decidida a utilizar las mismas tácticas que en diciembre de 2004 hicieron triunfar la "Revolución Naranja", la campaña pacífica de resistencia civil al fraude que en Ucrania, otra antigua república soviética, aupó al poder a la oposición.
El presidente Alíev, de 44 años, no ha permanecido cruzado de brazos ante la creciente actividad de sus adversarios y comenzó esta semana una purga en el Gobierno, que ya le costó sus cargos a cuatro ministros, dos de los cuales fueron enviados a prisión.
Además, el jefe del Estado ordenó reforzar las medidas de seguridad en torno a las instalaciones vitales de este país, rico en petróleo y que tiene una superficie de casi 87.000 kilómetros cuadrados y cerca de ocho millones de habitantes. "Estas medidas son en respuesta a la intentona de golpe de Estado, perpetrada por los partidarios del ex presidente del Parlamento Rasul Gulíev", perseguido por la Justicia azerbaiyana, informaron funcionarios del Gobierno.
Gulíev, presidente del Partido Democrático, fracasó el lunes pasado en su intento de regresar a Bakú desde el exilio: según la oposición las autoridades negaron el permiso de aterrizaje al avión en el que viajaba, mientras que el Gobierno aseguró que el dirigente opositor cambió de opinión en el último momento. Finalmente, el avión del líder opositor aterrizó en la ciudad ucraniana de Crimea, donde Gulíev fue detenido a petición de las autoridades azerbaiyanas, pero después puesto en libertad por la Justicia de Ucrania.
El actual jefe del Estado sucedió a su padre, Gueidar Alíev, un ex jerarca soviético, en la Presidencia de Azerbaiyán en 2003 tras una elecciones que fueron denunciadas como fraudulentas por la oposición.
