L D (Agencias)
Los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica adoptaron en su reunión semestral una reforma radical de la estructura de mandos militares de la OTAN que reducirá casi a la mitad, en un 40 por ciento, el número de cuarteles generales en Europa. El número de cuarteles generales subalternos pasará de 20 a 11 y el de Centros de Operaciones Combinadas Aéreas (COAC) se reducirá de diez a cuatro estáticos y dos móviles, según fuentes aliadas. Además, con esta reforma el actual mando supremo de las fuerzas aliadas en Europa (SACEUR) ampliará su zona de responsabilidad al océano Atlántico y se convertirá en el único cuartel general estratégico dotado de responsabilidades operativas. Este mando es dirigido por el general estadounidense James Jones.
El otro mando estratégico actual en el Atlántico, el SACLANT, con sede en Norflok (Virgina, costa este de EEUU) perderá su función operativa y se convertirá en "Mando Aliado de Transformación" (ACT) encargado de pilotar la ambiciosa modernización militar de la OTAN lanzada en noviembre en Praga bajo la presión de Washington. El ACT, dirigido por el almirante estadounidense Edmund Giambastiani, también tendrá funciones en Europa, como el nuevo "centro de entrenamiento conjunto" (JTC) en Polonia y otro organismo en Stavanger (Noruega), explicaron fuentes de alto rango de EEUU.
De los dos mandos estratégicos, el SACEUR se encargará de la realización del conjunto de las operaciones de la Alianza, y el Mando Aliado de Transformación guiará y animará la transformación de las fuerzas y otras capacidades de la Alianza, según el comunicado adoptado por los ministros. La OTAN intenta con esta reorganización disponer de una estructura militar más eficaz, flexible y desplegable, y que responda no a las necesidades de la defensa de la Guerra Fría sino a las nuevas amenazas como el terrorismo y las armas de destrucción masiva y facilite la intervención fuera de Europa, su radio tradicional de acción. Esta reestructuración permitirá a la Alianza "contar con sólidas capacidades para planificar y ejecutar operaciones, favorecer la modernización y la interoperatividad de las fuerzas de la Alianza y reforzar el vínculo transatlántico", según los ministros. Esta estructura "racionalizada será más eficaz y debería permitir ahorro de dinero y personal que podrían ser utilizados para remediar las insuficiencias de la Alianza".
Además, la OTAN aprobó el concepto global de operaciones de la futura Fuerza de Reacción Rápida (NRF) de la OTAN, que dotará a la Alianza de "una capacidad de acción rápida y acelerará la puesta en marcha de capacidades punta". "Ha habido gran entusiasmo y seguimos decididos a poner en marcha el embrión de esa Fuerza en otoño próximo. Con la NRF seremos capaces de afrontar toda la gama de amenazas", subrayaron fuentes estadounidenses de alto rango. Los militares aliados desean que un embrión de esta Fuerza, de entre a 5.000 a 6.000 militares, pueda estar ya en pie el próximo mes de octubre, mucho antes de lo que esperaban los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN cuando aprobaron su creación en Praga.
Los ministros de Defensa revisaron este jueves el ambicioso Compromiso de Capacidades de Praga (PCC) y observaron "algunos avances, pero la necesidad de más compromisos para colmar lagunas". La OTAN no está satisfecha con los esfuerzos hechos por los Estados aliados en las áreas de desarrollo de un sistema de vigilancia terrestre aerotransportado (AGS); apoyo al combate; medios de supresión de las defensas áreas enemigas y de interferencia; defensa anti-nuclear, biológica o química, y sistemas de mando, control y comunicaciones desplegables y seguros. En el ámbito en el que más avances se han hecho es en armas de precisión guiadas, seguido del transporte marítimo estratégico, transporte aéreo estratégico y abastecimiento en vuelo.
El otro mando estratégico actual en el Atlántico, el SACLANT, con sede en Norflok (Virgina, costa este de EEUU) perderá su función operativa y se convertirá en "Mando Aliado de Transformación" (ACT) encargado de pilotar la ambiciosa modernización militar de la OTAN lanzada en noviembre en Praga bajo la presión de Washington. El ACT, dirigido por el almirante estadounidense Edmund Giambastiani, también tendrá funciones en Europa, como el nuevo "centro de entrenamiento conjunto" (JTC) en Polonia y otro organismo en Stavanger (Noruega), explicaron fuentes de alto rango de EEUU.
De los dos mandos estratégicos, el SACEUR se encargará de la realización del conjunto de las operaciones de la Alianza, y el Mando Aliado de Transformación guiará y animará la transformación de las fuerzas y otras capacidades de la Alianza, según el comunicado adoptado por los ministros. La OTAN intenta con esta reorganización disponer de una estructura militar más eficaz, flexible y desplegable, y que responda no a las necesidades de la defensa de la Guerra Fría sino a las nuevas amenazas como el terrorismo y las armas de destrucción masiva y facilite la intervención fuera de Europa, su radio tradicional de acción. Esta reestructuración permitirá a la Alianza "contar con sólidas capacidades para planificar y ejecutar operaciones, favorecer la modernización y la interoperatividad de las fuerzas de la Alianza y reforzar el vínculo transatlántico", según los ministros. Esta estructura "racionalizada será más eficaz y debería permitir ahorro de dinero y personal que podrían ser utilizados para remediar las insuficiencias de la Alianza".
Además, la OTAN aprobó el concepto global de operaciones de la futura Fuerza de Reacción Rápida (NRF) de la OTAN, que dotará a la Alianza de "una capacidad de acción rápida y acelerará la puesta en marcha de capacidades punta". "Ha habido gran entusiasmo y seguimos decididos a poner en marcha el embrión de esa Fuerza en otoño próximo. Con la NRF seremos capaces de afrontar toda la gama de amenazas", subrayaron fuentes estadounidenses de alto rango. Los militares aliados desean que un embrión de esta Fuerza, de entre a 5.000 a 6.000 militares, pueda estar ya en pie el próximo mes de octubre, mucho antes de lo que esperaban los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN cuando aprobaron su creación en Praga.
Los ministros de Defensa revisaron este jueves el ambicioso Compromiso de Capacidades de Praga (PCC) y observaron "algunos avances, pero la necesidad de más compromisos para colmar lagunas". La OTAN no está satisfecha con los esfuerzos hechos por los Estados aliados en las áreas de desarrollo de un sistema de vigilancia terrestre aerotransportado (AGS); apoyo al combate; medios de supresión de las defensas áreas enemigas y de interferencia; defensa anti-nuclear, biológica o química, y sistemas de mando, control y comunicaciones desplegables y seguros. En el ámbito en el que más avances se han hecho es en armas de precisión guiadas, seguido del transporte marítimo estratégico, transporte aéreo estratégico y abastecimiento en vuelo.
