LD (Agencias)
Moscú acogió por primera vez el "Consejo a 20" (los 19 países de la Alianza Atlántica más Rusia), creado en Roma en mayo del año pasado para hacer un sitio a Moscú en el sistema defensivo occidental. Los embajadores permanentes ante la OTAN de los países miembros de la Alianza más los ministros rusos de Defensa, Serguéi Ivanov, y Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, coincidieron en esta sesión en la nueva era de cooperación militar que se abre entre Moscú y Bruselas.
El secretario general de la OTAN, George Robertson, constató el "considerable progreso" de las relaciones con Rusia en el último año, y subrayó el interés "para buscar respuestas conjuntas a las nuevas amenazas y desafíos, y la solución de crisis". Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, añadió que la cooperación entre Rusia y la OTAN "ha adquirido una nueva dimensión práctica", que deja atrás "discusiones teóricas" y tiene un gran "potencial" de futuro. Fue Robertson quien, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo, anunció que ambas partes habían acordado "un programa piloto de interacción" para la creación futura de un sistema de defensa antimisiles no estratégico que abarcaría un eventual teatro bélico europeo.
El secretario general dijo que este proyecto -una alternativa regional al paraguas nuclear de EEUU- debe ser acometido en conjunto debido a su alto coste financiero, punto al que se comprometieron todos los miembros de la OTAN y Rusia. La defensa contra "misiles de teatro" (no estratégicos y de alcance más reducido) ya había sido incluida entre las competencias teóricas del Consejo permanente Rusia-OTAN cuando fue creado el 28 de mayo de 2002, pero sólo este martes se dio un paso adelante hacia su concreción.
El secretario general de la OTAN, George Robertson, constató el "considerable progreso" de las relaciones con Rusia en el último año, y subrayó el interés "para buscar respuestas conjuntas a las nuevas amenazas y desafíos, y la solución de crisis". Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, añadió que la cooperación entre Rusia y la OTAN "ha adquirido una nueva dimensión práctica", que deja atrás "discusiones teóricas" y tiene un gran "potencial" de futuro. Fue Robertson quien, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo, anunció que ambas partes habían acordado "un programa piloto de interacción" para la creación futura de un sistema de defensa antimisiles no estratégico que abarcaría un eventual teatro bélico europeo.
El secretario general dijo que este proyecto -una alternativa regional al paraguas nuclear de EEUU- debe ser acometido en conjunto debido a su alto coste financiero, punto al que se comprometieron todos los miembros de la OTAN y Rusia. La defensa contra "misiles de teatro" (no estratégicos y de alcance más reducido) ya había sido incluida entre las competencias teóricas del Consejo permanente Rusia-OTAN cuando fue creado el 28 de mayo de 2002, pero sólo este martes se dio un paso adelante hacia su concreción.
