L D (EFE) La crisis de Guinea estalló el pasado 10 de enero al comenzar una huelga convocada por los sindicatos y las organizaciones sociales para exigir un nuevo plan económico que termine con la recesión económica que se vive desde hace varios años. Las protestas se prolongaron hasta fines de enero, cuando se firmaron una serie de acuerdos políticos que implicaban el nombramiento de un nuevo primer ministro independiente, pero el presidente Lansana Conte eligió para el cargo al ex ministro de la Presidencia Eugene Camara, lo que desató otra ola de protestas.
Según fuentes hospitalarias y de organismos de derechos humanos locales, en los disturbios han muerto cerca de 120 personas. Conte anunció el pasado lunes por la noche la declaración del estado de sitio y el toque de queda. Tras su reunión, la UA considera que esta crisis afecta a la paz y seguridad de la región y sostiene que tiene raíces profundas, con problemas que "sólo pueden ser resueltos por medio de un diálogo abierto y consultas entre todas las partes involucradas".
También pide que Conte "respete escrupulosamente" los acuerdos adoptados el 27 de enero pasado, que permitieron el final de la primera oleada de huelgas, "incluyendo el nombramiento de un nuevo primer ministro por consenso". La declaración del estado de sitio y del toque de queda, que ahora se extiende por 18 horas al día, ha reducido los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, pero la situación aún es muy inestable. Dirigentes del Parlamento han intentado formar una mesa de negociación, pero los principales líderes sindicales han rehusado asistir mientras se mantenga el actual toque de queda en el país.
Según fuentes hospitalarias y de organismos de derechos humanos locales, en los disturbios han muerto cerca de 120 personas. Conte anunció el pasado lunes por la noche la declaración del estado de sitio y el toque de queda. Tras su reunión, la UA considera que esta crisis afecta a la paz y seguridad de la región y sostiene que tiene raíces profundas, con problemas que "sólo pueden ser resueltos por medio de un diálogo abierto y consultas entre todas las partes involucradas".
También pide que Conte "respete escrupulosamente" los acuerdos adoptados el 27 de enero pasado, que permitieron el final de la primera oleada de huelgas, "incluyendo el nombramiento de un nuevo primer ministro por consenso". La declaración del estado de sitio y del toque de queda, que ahora se extiende por 18 horas al día, ha reducido los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, pero la situación aún es muy inestable. Dirigentes del Parlamento han intentado formar una mesa de negociación, pero los principales líderes sindicales han rehusado asistir mientras se mantenga el actual toque de queda en el país.
La HRW denuncia que la guardia presidencial comete "numerosos abusos"
La organización "Human Rights Watch" (HRW) denunció en la capital de Senegal, Dakar, que las fuerzas de seguridad, amparadas por las medidas excepcionales, están cometiendo "numerosos abusos" en sus registros, y acusó especialmente a la guardia presidencial. "Bajo la excusa de restablecer la ley y el orden, se comportan como criminales, golpean, roban y actúan con brutalidad contra la población civil que se supone deben proteger", sostiene la organización en un comunicado dado a conocer el viernes. HRW dijo también que, según sus informes, por lo menos tres mujeres fueron violadas esta semana por militares o policías.
Además de los muertos que se han producido en los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, noticias procedentes de Conakry, la capital de Guinea, dieron cuenta anoche de la muerte de 22 reclusos, el pasado miércoles, al registrarse un incendio en una prisión de la población de Nzérékoré, en el sudeste del país.
En el centro penal había 146 detenidos, algunos de ellos encadenados. El incendio se registró cuando los reclusos protagonizaron un motín y forzaron una puerta mientras a las afueras de la cárcel se registraba una manifestación de estudiantes. Conte, de 73 años, está en el poder desde que en 1984 encabezó un Gobierno militar que se instaló en el país tras la muerte de Sekou Toure, el primer presidente que tuvo Guinea desde su independencia de Francia, en 1958.
Una grave diabetes y otros problemas de salud han limitado la capacidad del gobernante y han despertado los apetitos por el poder de personas del círculo presidencial. Guinea es el mayor productor de bauxita, usada para la producción de aluminio, pero la mayoría de la población vive en la pobreza. El país es, además, el más corrupto entre las naciones africanas y el cuarto a nivel mundial, según el último índice anual de Transparencia Internacional.
Una grave diabetes y otros problemas de salud han limitado la capacidad del gobernante y han despertado los apetitos por el poder de personas del círculo presidencial. Guinea es el mayor productor de bauxita, usada para la producción de aluminio, pero la mayoría de la población vive en la pobreza. El país es, además, el más corrupto entre las naciones africanas y el cuarto a nivel mundial, según el último índice anual de Transparencia Internacional.