LD (Agencias) El ministro británico de Interior, David Blunkett, ha declarado a la agencia de noticias France Presse que "todos sabemos que es necesario llegar a un acuerdo sobre esta extradición, y eso significa que debe haber un compromiso (de Washington) según el cual, cualquiera que sea la condena pronunciada, no será la pena de muerte".
En Washington, el fiscal general John Ascroft ha iniciado las gestiones para pedir la entrega del imán radical considerado uno de los jefes de Al-Qaeda en Europa. Según los servicios de seguridad estadounidenses, sobre el clérigo pesan, al menos, once acusaciones relacionados con el terrorismo. Los cargos, según el fiscal general, incluyen también un presunto intento de establecer un campo de entrenamiento para miembros de la Yihad (guerra santa) en Bly, en el estado de Oregón.
Blunkett, quien acompaña a Tony Blair en su campaña para las elecciones europeas y locales en Sheffield (norte de Inglaterra), ha dicho que "evidentemente, si hubiéramos tenido pruebas y se refirieran a nuestro país, habríamos sido capaces de iniciar acciones en nuestros tribunales". Además, precisó que los datos de los servicios de inteligencia británicos llevaron a retirarle a Hamza la ciudadanía británica -adquirida por matrimonio en 1981-, quien tiene recurrida esta decisión en los tribunales.
