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Miles de jóvenes cubanos en edad militar son movilizados para asegurar la continuidad de la dictadura

Organizaciones de disidentes en Cuba han denunciado que los cuerpos de seguridad de la dictadura están obligando a miles de jóvenes a concentrarse en los comités regionales de la isla para "mantener el orden". Las instrucciones son sofocar cualquier intento "contrarrevolucionario" que ponga en peligro la continuidad del régimen ante la cesión del poder. El país se mantiene expectante después de que en un segundo comunicado, supuestamente firmado por Fidel Castro, se asegura que la salud del dictador es estable. En Miami, el exilio comenzó a coordinar esfuerzos para ayudar a iniciar el camino hacia una transición democrática.

LD (Agencias) Según han denunciado organizaciones y grupos de disidentes en Cuba, los miles de comités regionales militares y de los servicios de seguridad de la dictadura cubana están obligando a miles de jóvenes a concentrarse para participar activamente en los planes para mantener el orden y asegurar la continuidad del régimen.
 
Según las fuentes, los responsables provinciales han girado instrucciones a sus subordinados para que sea denunciada cualquier indicio de actividad contrarrevolucionaria. La orden, afirmaron, es mantener el férreo control sobre los ciudadanos. Pertenecer a los comités militares es obligatorio, por orden gubernamental de estricto cumplimiento, y es una estrategia basada en lo que oficialmente se denomina "guerra de todo el pueblo".
 
En Miami, Francisco Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), ha declarado que "quizás, por primera vez, todo el exilio está motivado por un solo esfuerzo y realidad: es una oportunidad histórica para llevar a cabo el sueño de cincuenta años de lucha para devolverle la libertad a los cubanos". En las calles, cientos de exiliados continúan celebrando lo que consideran el fin del régimen "castrista".
 
La esperanza crece aunque en La Habana un periodista haya leído en cadena nacional un segundo mensaje, supuestamente firmado por Fidel Castro, en el que asegura que la condición del dictador es estable y que el país está preparado para defenderse con apoyo de las Fuerzas Armadas y el pueblo cubano. El estado de salud, dice el texto, ha pasado a ser un secreto de Estado.
 
En una entrevista concedida en Florida a la emisora Radio Mambí, Alberto Hernández, directivo del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), expresó que "estamos alerta, debemos tener mucha precaución y una alegría contenida". Por su parte, el arzobispo John Favalora en un comunicado dijo que los cubanos viven con "cautela y atención los sucesos del gobierno de la isla. La Archidiócesis comparte esta hora con nuestros hermanos y hermanas". Pero los invitó "a la calma, al buen juicio y a intensificar la oración por el bien de Cuba para que este sufrido pueblo pueda vivir en una sociedad donde se respeten todos los derechos de los ciudadanos".
 
Los medios de comunicación locales modificaron el martes su programación diaria para transmitir reacciones de dirigentes, analistas y políticos a la decisión de Fidel Castro de traspasar provisionalmente el poder a Raúl Castro. El martes por la tarde volvieron a su programación habitual, cuando en las calles todo parecía regresar a la normalidad. Ahora analistas consideran que las organizaciones "anticastristas" deben estar alertas y listas para evitar que la sucesión en Cuba con Raúl Castro al frente obtenga respaldo internacional.
 
La estrategia, según expertos, debe ser aprovechar el momento para apalancar la tan deseada transición democrática en la isla caribeña. "Lo fundamental es que el exilio cubano debe asumir una posición muy fuerte en contra de cualquier sucesión", dijo Antonio Jorge, economista y profesor de relaciones internacionales de la Universidad Internacional de Florida.
 
Francisco Hernández, presidente de la FNCA, coincidió en rechazar cualquier sucesión por considerar que "el mantenimiento de Raúl y una camarilla en el poder definitivamente defraudaría las ansias de libertad del pueblo cubano. Creemos que la oportunidad es histórica para que aquellos que están alrededor de la cúpula del poder, así como todos los interesados en hallar un nuevo camino para el pueblo cubano podamos unirnos en otra opción que no sea esta sucesión".
 
La FNCA inició sus contactos internacionales desde el martes para evitar que se reconozca a Raúl Castro como el nuevo hombre de poder de Cuba. "No solo con gobiernos extranjeros (comenzamos a hablar), también nos estamos asegurando que el propio gobierno de EEUU no vea como más importante la posibilidad de una estabilidad política en Cuba que impida una emigración cubana", subrayó Hernández.

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