
LD (EFE) El jurado del proceso contra Zacarías Moussaoui, el único acusado en EEUU por los atentados del 11 de septiembre de 2001, decidió que éste mintió al FBI, por lo que reúne los requisitos para poder ser condenado a muerte. A partir de ahora el juicio continuará con la comparecencia de más testigos, tras lo cual corresponderá a la jueza Leonie Brinkema, encargada del caso, dictaminar si el acusado debe ser sentenciado a la pena de muerte o a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El veredicto al que llegaron los doce miembros del jurado tras diecisiete horas de deliberación fue leído a las puertas del juzgado de Alexandria (Virginia) por su director de Comunicación, Edward Adams, en apenas tres minutos. Varios familiares de las víctimas del 11-S manifestaron a los medios de comunicación apostados ante el tribunal su satisfacción por la decisión del jurado.
Para considerar que Moussaoui reúne los requisitos para ser declarado reo de muerte, el jurado tenía que concluir que el acusado mintió al FBI y como resultado de esos engaños al menos una persona murió en los atentados del 2001.
Moussaoui, francés de origen marroquí, fue detenido en Minesota el dieciséis de agosto de 2001 y tras el 11-S, en el que murieron alrededor de tres mil personas, declaró que tenía algunos datos sobre el plan general, pero desconocía qué día iban a tener lugar las acciones terroristas. Además, después de su detención no dijo nada sobre su pertenencia a Al-Qaeda.
En el 2005 Moussaoui se declaró culpable de ser miembro de la red Al-Qaeda, acusada de organizar los atentados, y dijo que la razón de que se hubiera matriculado en una escuela de aviación era para participar en futuras operaciones del grupo terrorista. A partir de ahora, los nueve hombres y tres mujeres que componen el jurado deberán escuchar los testimonios de familias de las víctimas, que relatarán el efecto que ha tenido en sus vidas el impacto de los atentados.
