L D (Agencias)
La guerra civil en Costa de Mafil, el mayor productor mundial de cacao y el país más próspero de África Occidental, fue iniciada en septiembre pasado por 800 militares que se levantaron en armas y exigieron la dimisión del presidente ivoriano, Laurent Gbagbo, enmiendas en la Constitución y la convocatoria de elecciones en seis meses. Los rebeldes controlan en su totalidad el norte y oeste de Costa de Marfil. La crisis político militar que viven los ivorianos es la más grave de su historia y ha causado más de 2.000 muertos y provocado el desplazamiento y en muchos casos el exilio de más de un millón de personas, además de haber creado una fuerte inestabilidad en toda la región. Francia, que mantiene más de 20.000 soldados en su antigua ex colonia, patrocinó los acuerdos de París, en la que se acordó con las partes un gobierno compuesto por rebeldes y actuales gobernantes. Sin embargo, problemas para desarrollarlo mantienen al país en guerra, a la par que Francia no acaba de decantarse por ninguna de las partes y los rebeldes acusan al actual Gobierno de mentir y seguir con sus ataques.
Según la radio "Africa 1" escuchada en Dakar, la localidad de Daloa, capital de la región productora de cacao, situada en el oeste del país, fue este jueves, escenario de violentos choques entre los dos bandos. La Fuerza de Interposición de África Occidental (FIAO), que vigila la aplicación del cese el fuego en la zona, confirmó los enfrentamientos que han causado numerosas víctimas, aunque no especificó su número. La FIAO responsabilizó a los rebeldes del inicio de los combates, que se produjeron "en represalia", al día siguiente del bombardeo de la localidad de Vavoua, en la región central, con helicópteros MI-24 de las FANCI.
Entonces once personas resultaron muertas y numerosas más heridas, según informó el rebelde Movimiento Patriótico de Costa de Marfil (MPCI), que controla el norte del país. El estado mayor militar ivorense rechazó dichas acusaciones y dijo que los helicópteros MI-24, no habían despegado de su base de Yamoussoukro. Sin embargo, fuentes de la operación militar francesa "Licorne", que velan por la seguridad de sus nacionales en Costa de Marfil y en conjunción con la FIAO por el control del alto el fuego, confirmaron los ataques de los MI-24, tanto en Vavoua como en las localidades occidentales de Danane, Zouan-Hounien y Maapleu.
La persistente violencia hace cada vez más precario el proceso de paz, advirtió el primer ministro, Seydou Diarra, con motivo de la reunión del consejo de ministros, instando de nuevo a los protagonistas de la crisis a poner fin a las hostilidades. Según un comunicado oficial divulgado anoche en Abiyán, la sureña capital financiera del país y actual sede del Gobierno, Diarra manifestó su profunda preocupación por la situación que prevalece en el país y reafirmó la necesidad de acabar de una vez con el conflicto que ha provocado "daños económicos y sociales incalculables para el país".
Según la radio "Africa 1" escuchada en Dakar, la localidad de Daloa, capital de la región productora de cacao, situada en el oeste del país, fue este jueves, escenario de violentos choques entre los dos bandos. La Fuerza de Interposición de África Occidental (FIAO), que vigila la aplicación del cese el fuego en la zona, confirmó los enfrentamientos que han causado numerosas víctimas, aunque no especificó su número. La FIAO responsabilizó a los rebeldes del inicio de los combates, que se produjeron "en represalia", al día siguiente del bombardeo de la localidad de Vavoua, en la región central, con helicópteros MI-24 de las FANCI.
Entonces once personas resultaron muertas y numerosas más heridas, según informó el rebelde Movimiento Patriótico de Costa de Marfil (MPCI), que controla el norte del país. El estado mayor militar ivorense rechazó dichas acusaciones y dijo que los helicópteros MI-24, no habían despegado de su base de Yamoussoukro. Sin embargo, fuentes de la operación militar francesa "Licorne", que velan por la seguridad de sus nacionales en Costa de Marfil y en conjunción con la FIAO por el control del alto el fuego, confirmaron los ataques de los MI-24, tanto en Vavoua como en las localidades occidentales de Danane, Zouan-Hounien y Maapleu.
La persistente violencia hace cada vez más precario el proceso de paz, advirtió el primer ministro, Seydou Diarra, con motivo de la reunión del consejo de ministros, instando de nuevo a los protagonistas de la crisis a poner fin a las hostilidades. Según un comunicado oficial divulgado anoche en Abiyán, la sureña capital financiera del país y actual sede del Gobierno, Diarra manifestó su profunda preocupación por la situación que prevalece en el país y reafirmó la necesidad de acabar de una vez con el conflicto que ha provocado "daños económicos y sociales incalculables para el país".
