LD (Agencias)
La fuente, que citó a un portavoz del movimiento rebelde Liberianos Unidos para la Reconciliación (LUR), dijo que la decisión unilateral de frenar el ataque contra la capital ha sido por motivos humanitarios para "no causar más derramamiento de sangre". En su comunicado, el LUR, que controla más de la mitad del país, indicó además que han pedido los "buenos oficios" de la comunidad católica de San Egidio para que medie con el régimen de Taylor para la formación de un gobierno de transición hasta la celebración de elecciones generales. Mientras, la Unión Europea y EEUU han ordenado la evacuación de Liberia de sus ciudadanos y de su personal diplomático, y la ONU la de sus miembros cooperantes desplazados en la zona.
Taylor emprendió el miércoles en Accra, la capital de Ghana, negociaciones de paz con los rebeldes, en las que prometió dejar el poder al término de su mandato actual, que expira en enero próximo, para dar lugar a una autoridad de transición. Coincidiendo con la presencia de Taylor en el extranjero, el Tribunal Internacional para los crímenes de guerra en Sierra Leona inculpó al presidente liberiano de "crímenes contra la humanidad y de guerra", por su presunta colaboración con los rebeldes sierraleoneses durante la pasada guerra civil, y pidió su detención.
Aunque las autoridades ghanesas no arrestaron al presidente, la noticia creó gran nerviosismo en Monrovia y Taylor volvió el mismo miércoles a la capital. Allí denunció un intento de golpe de Estado impulsado por "potencias extranjeras" y ordenó la detención de su vicepresidente, Moisés Blah. El régimen del mandatario liberiano, que ha sido calificado de "señor de la guerra", en la actualidad se encuentra bajo sanciones de la ONU por su presunto respaldo a los insurgentes sierraleoneses del Frente Revolucionario Unido (FRU).
Taylor emprendió el miércoles en Accra, la capital de Ghana, negociaciones de paz con los rebeldes, en las que prometió dejar el poder al término de su mandato actual, que expira en enero próximo, para dar lugar a una autoridad de transición. Coincidiendo con la presencia de Taylor en el extranjero, el Tribunal Internacional para los crímenes de guerra en Sierra Leona inculpó al presidente liberiano de "crímenes contra la humanidad y de guerra", por su presunta colaboración con los rebeldes sierraleoneses durante la pasada guerra civil, y pidió su detención.
Aunque las autoridades ghanesas no arrestaron al presidente, la noticia creó gran nerviosismo en Monrovia y Taylor volvió el mismo miércoles a la capital. Allí denunció un intento de golpe de Estado impulsado por "potencias extranjeras" y ordenó la detención de su vicepresidente, Moisés Blah. El régimen del mandatario liberiano, que ha sido calificado de "señor de la guerra", en la actualidad se encuentra bajo sanciones de la ONU por su presunto respaldo a los insurgentes sierraleoneses del Frente Revolucionario Unido (FRU).