L D (EFE) Este domingo, y tras mantener un encuentro con su homólogo polaco, Marek Belka, Schroeder hizo un canto a la reconciliación Berlín-Varsovia, tan importante, a su juicio, como la reconciliación franco-alemana.
“Para mí, la invitación para participar en los actos de conmemoración del aniversario (del Levantamiento de Varsovia) ha sido un gran honor, y para Alemania un gran gesto", afirmó Schroeder. “La mayoría de los alemanes ven en la insurrección de Varsovia un paso más dado hacia la liberación por la resistencia contra Hitler", agregó.
Schroeder, que interrumpió sus vacaciones en Italia para acudir a Varsovia, es el primer jefe de Gobierno alemán invitado a la conmemoración de la efeméride, a la que también han asistido este año el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el viceprimer ministro británico, John Prescott.
Schroeder, que interrumpió sus vacaciones en Italia para acudir a Varsovia, es el primer jefe de Gobierno alemán invitado a la conmemoración de la efeméride, a la que también han asistido este año el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el viceprimer ministro británico, John Prescott.
Primer mandatario alemán invitado a la efeméride
La insurrección se prolongó hasta el 2 de octubre de 1944, y en ella perdieron la vida a manos de los nazis unas 150.000 personas, que en su retirada destruyeron la ciudad casi por completo.
"Nos inclinamos llenos de vergüenza por los crímenes de las tropas nazis. Invadieron Polonia en 1939. Tras el levantamiento de 1944, convirtieron la ciudad en un montón de escombros y cenizas... En este lugar del orgullo polaco y de la vergüenza alemana tenemos la esperanza de la reconciliación y la paz", manifestó Schroeder.
Belka, por su parte, destacó el “gran eco” que está teniendo en toda Europa la conmemoración del Levantamiento; a su juicio, probablemente se deba a que es la primera ocasión en que los polacos lo celebran “como miembros de la Unión Europea”. Además, subrayó que la asistencia del canciller alemán es la mejor prueba del camino hacia la reconciliación que han recorrido ambos pueblos. "Recordamos el pasado, lo aclaramos, lo ordenamos, pero, ante todo, tenemos la mirada puesta en el futuro", añadió el jefe del Gobierno polaco.
La insurrección se prolongó hasta el 2 de octubre de 1944, y en ella perdieron la vida a manos de los nazis unas 150.000 personas, que en su retirada destruyeron la ciudad casi por completo.
"Nos inclinamos llenos de vergüenza por los crímenes de las tropas nazis. Invadieron Polonia en 1939. Tras el levantamiento de 1944, convirtieron la ciudad en un montón de escombros y cenizas... En este lugar del orgullo polaco y de la vergüenza alemana tenemos la esperanza de la reconciliación y la paz", manifestó Schroeder.
Belka, por su parte, destacó el “gran eco” que está teniendo en toda Europa la conmemoración del Levantamiento; a su juicio, probablemente se deba a que es la primera ocasión en que los polacos lo celebran “como miembros de la Unión Europea”. Además, subrayó que la asistencia del canciller alemán es la mejor prueba del camino hacia la reconciliación que han recorrido ambos pueblos. "Recordamos el pasado, lo aclaramos, lo ordenamos, pero, ante todo, tenemos la mirada puesta en el futuro", añadió el jefe del Gobierno polaco.
A vueltas con las deportaciones
En el encuentro que mantuvieron, Belka y Schroeder abordaron algunos asuntos que dificultan la relaciones entre sus países, como el proyecto de crear en Berlín un ‘Centro contra las Deportaciones’ –impulsado por la miembro del Bundestag (Parlamento alemán) Erika Steinbach– o las reclamaciones que podrían presentarse contra Varsovia por el patrimonio que pasó de manos alemanas a polacas al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Schroeder afirmó que su Gobierno es contrario a ambas iniciativas, "y en esa cuestión adoptará la correspondiente posición en los tribunales internacionales".
