LD (EFE) "Le insto a mantener el acuerdo de exilio de 2000 que permitió su salida de prisión". Estas fueron las palabras del general Pervez Musharraf con las que respondía a la propuesta de Sharif de regresar a Pakistán para disputarle la presidencia.
Nawaz Sharif, ex primer ministro paquistaní depuesto en 1999 en un incruento golpe militar por el general Pervez Musharraf, dijo al periódico británico Financial Times que piensa regresar a su país en un plazo de dos semanas para comenzar una campaña política contra el general.
Sharif se dice "defraudado" -"no voy a decir traicionado" - por EEUU a cuyo Gobierno advierte contra la tentación de "equiparar a Musharraf con Pakistán" si no quiere fomentar el extremismo islámico en la región.
Sharif, que ha vivido en el exilio en Arabia Saudí, desestima el intento de su ex rival política y ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto de llegar a un acomodo con Musharraf para que el general la deje regresar al poder, maniobra que contaría al parecer con las bendiciones de Washington. En una manifestación de independencia judicial, el Tribunal Supremo paquistaní levantó la pasada semana la prohibición de regresar a Pakistán impuesta a Sharif.
En la entrevista con el Financial Times Sharif explica que no se siente intimidado por las amenazas gubernamentales de detenerle si entra en el país. Según el ex primer ministro, si el general Musharraf decide detenerle, sólo contribuirá a su propio derrocamiento: "Nos estará haciendo un favor y dará un gran impulso a nuestra campaña", vaticina. Los dirigentes de su partido, la Liga Musulmana de Pakistán (Nawaz), se reunieron la pasada semana y resolvieron que el ex primer ministro regresase antes del próximo 13 de septiembre, fecha en que comienza el mes santo de Ramadán, recomendación que el propio Sharif dice haber aceptado.
El ex primer ministro estuvo en la carcel acusado de corrupción, evasión fiscal y hasta terrorismo por el régimen de Musharraf y finalmente fue puesto en libertad en 2000 tras alcanzar un acuerdo de exilio.