LD (EFE) La alerta máxima se mantiene en Bangkok, una ciudad de doce millones de habitantes, después de que la Junta Militar anunciara la posibilidad de que nuevos atentados sacudieran la capital de Tailandia tras los registrados en Nochevieja.
Las autoridades militares y civiles han ordenado la movilización de miles de soldados y policías que resguardarán la seguridad en aeropuertos y los principales edificios. Bangkok no había sido nunca objeto de un atentado explosivo hasta el domingo pasado, cuando nueve bombas de escasa potencia estallaron en dos tandas, una por la tarde y la otra a la medianoche, que causaron tres muertos de nacionalidad tailandesa y unos 40 heridos. Dos británicos, dos serbios, un americano y un húngaro figuran entre los heridos.
Este martes, un falso artefacto explosivo hizo desalojar el centro comercial Cenral Lardprao hasta que los artificieros registraron el área y decidieron que era segura. La noche de este lunes, una bolsa abandonada en la estación Phra Khanong obligó a desocupar el lugar hasta que la policía comprobó que sólo contenía ropa.
El primer ministro interino tailandés, el general Surayud Chulanont, informó al país después de una reunión de urgencia que, "basándose en la información del Gobierno y de los servicios de inteligencia, ha sido el trabajo de personas que perdieron el poder". Aunque no acusó a nadie en particular, aludía a quienes gobernaron con el ex primer ministro Thaksin Shinawatra desde el 2001 hasta el diecinueve de septiembre pasado, cuando fue depuesto mediante un golpe de Estado militar incruento por socavar la democracia y desunir al país.