
L D (EFE) Un grupo terrorista que se hace llamar AZF amenaza con hace estallar ocho bombas en la red ferroviaria francesa, en la que ya colocó una a modo de advertencia, si el Gobierno no le entrega más de cinco millones de dólares, indicaron fuentes próximas a la investigación.
Varias cartas firmadas por AZF -nombre de la fábrica petroquímica de Toulouse donde se produjo una explosión septiembre de 2001 que causó una treintena de muertos- han llegado en las últimas semanas a las autoridades francesas, en particular al Ministerio del Interior, para exigir dinero a cambio de no cumplir las amenazas, señalaron las fuentes.
De acuerdo con las indicaciones de las cartas, la Policía descubrió el pasado 21 de febrero un artefacto explosivo en la línea férrea entre París y Limoges que, según las investigaciones, tenía suficiente potencia para romper los raíles. La bomba, que había sido colocada en las proximidades de Limoges (centro de Francia), estaba compuesta de dos kilogramos y medio de nitrato y fuel y tenía un detonador elaborado, pero no estaba lista para estallar, por razones no determinadas. Los artificieros trasladaron el artefacto a un lugar seguro donde lo hicieron estallar después de examinarlo. La línea de ferrocarril que pasa por Limoges llega hasta Toulouse (suroeste).
El grupo, que reclama cuatro millones de dólares y un millón de euros, dice que ha colocado ocho bombas listas para estallar en fechas predeterminadas, indicaron las fuentes. El pasado lunes hubo un intento de encuentro para la entrega del dinero entre los terroristas y la Policía, que acudió en helicóptero al lugar fijado, donde halló instrucciones para otra cita cerca de Orleans, que no llegó a producirse, precisó la emisora France Info.
La Fiscalía de París ha abierto una investigación judicial, que instruyen dos jueces antiterroristas, incluido el decano Jean-Louis Bruguiere. Por parte de la policía se encarga del caso la División Nacional Antiterrorista (DNAT) y la Oficina Central para la Represión de la Gran Criminalidad (OCRB). También se ha movilizado la dirección central de los servicios secretos de la policía y la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST, contraespionaje francés) aporta sus medios técnicos. Además participan la Gendarmería y las Aduanas. Las autoridades no tienen información sobre el grupo AZF o el número de sus miembros, ni saben cuál es el significado de sus siglas.
