LD (EFE) El imán de nacionalidad marroquí Mohamed Rafik, vinculado por las autoridades de Rabat a los atentados de Casablanca de mayo de 2003, fue condenado por la juez Silvia Milesi, de Brescia (norte), a cuatro años y ocho meses de prisión por terrorismo internacional.
La magistrada condenó también a tres años y cuatro meses de reclusión, por los mismos cargos, a Kamel Hamroui, y a un año y cuatro meses, en este caso por un delito menor, a Najib Rouass.
Rafik, un imán itinerante que durante un corto periodo estuvo al frente de la mezquita de Florencia, fue detenido a petición de la Justicia marroquí por su presunta implicación en los atentados de Casablanca, que causaron 46 muertos, cuando ya se le investigaba en Italia por presunta asociación con fines terroristas
Amplia operación policial
Antes de conocerse la noticia de la condena, trascendió que la Policía mantiene abierta una operación preventiva de carácter antiterrorista, con unas doscientas intervenciones en diversos lugares del país frecuentados por islamistas. Los agentes buscan armas y explosivos.
La redada, en la que participan miembros de la Policía de Estado y de los Carabinieri, se produce tras la intervención en el Parlamento del ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, para exponer las medidas antiterroristas del Gobierno a raíz de la alarma causada en Italia por los atentados de Londres. Subrayó en la Cámara de Diputados que "el terror llama a las puertas de Italia" antes de exponer su plan, que establece una mayor duración de las detenciones, el arresto de los poseedores de documentos falsos y la expulsión por motivos de orden público.