L D (EFE)
"Una mujer puede arreglar el lío que han creado", dijo Braun, quien en lugar de complicarse en disputas con sus nueve correligionarios demócratas ha centrado sus críticas en el presidente George W. Bush, por ahora candidato único del Partido Republicano para 2004. "Las mujeres somos prácticas y no tenemos miedo a conciliar y concertar, y estamos comprometidas con hacer un mundo que sea mejor para nuestros hijos", agregó.
"Yo tengo calificaciones únicas para la tarea de presidenta, y ofrezco la alternativa más clara a este gobierno actual, cuya única idea nueva ha sido una guerra preventiva y una nueva burocracia gigante", dijo Braun, de 56 años. La única intervención en la presentación oficial de la candidatura, realizada en Washington DC, la hizo Matthew Braun, de 26 años e hijo de la ex embajadora en Nueva Zelanda.
Hace diez años Braun dio la sorpresa cuando derrotó en las elecciones primarias a Alan Dixon, un demócrata que había cumplido dos mandatos en el Senado, y luego ganó el asiento en la Cámara Alta. Pero la popularidad que la llevó a la victoria se esfumó poco después cuando la acusaron de haber malversado fondos de la campaña, y fue criticada por su visita a Sani Abacha, el dictador de Nigeria.
Las investigaciones no encontraron actividades ilegales o irregulares en la campaña de Braun, pero en 1998 perdió el cargo en el Senado a manos del republicano Peter Fitzgerald, y el presidente Bill Clinton la designó como embajadora en Nueva Zelanda.
En el lanzamiento de una campaña que no parece muy viable dentro del poblado campo demócrata, Braun convocó a la ciudadanía a conseguir "un renacimiento estadounidense".
Braun se ha movido para obtener financiación, pero las organizaciones de mujeres y negros solo le han dado 250.000 dólares en el primer semestre de este año, comparado con contribuciones millonarias para algunos de sus rivales.
"Yo tengo calificaciones únicas para la tarea de presidenta, y ofrezco la alternativa más clara a este gobierno actual, cuya única idea nueva ha sido una guerra preventiva y una nueva burocracia gigante", dijo Braun, de 56 años. La única intervención en la presentación oficial de la candidatura, realizada en Washington DC, la hizo Matthew Braun, de 26 años e hijo de la ex embajadora en Nueva Zelanda.
Hace diez años Braun dio la sorpresa cuando derrotó en las elecciones primarias a Alan Dixon, un demócrata que había cumplido dos mandatos en el Senado, y luego ganó el asiento en la Cámara Alta. Pero la popularidad que la llevó a la victoria se esfumó poco después cuando la acusaron de haber malversado fondos de la campaña, y fue criticada por su visita a Sani Abacha, el dictador de Nigeria.
Las investigaciones no encontraron actividades ilegales o irregulares en la campaña de Braun, pero en 1998 perdió el cargo en el Senado a manos del republicano Peter Fitzgerald, y el presidente Bill Clinton la designó como embajadora en Nueva Zelanda.
En el lanzamiento de una campaña que no parece muy viable dentro del poblado campo demócrata, Braun convocó a la ciudadanía a conseguir "un renacimiento estadounidense".
Braun se ha movido para obtener financiación, pero las organizaciones de mujeres y negros solo le han dado 250.000 dólares en el primer semestre de este año, comparado con contribuciones millonarias para algunos de sus rivales.
