L D (EFE) La sentencia de la magistrada ha suscitado numerosas críticas, en especial procedentes de la mayoría parlamentaria de centroderecha, como las de los ministros de Asuntos Exteriores, Gianfranco Fini, y Reformas, Roberto Calderoli, que han subrayado la incomprensión y el enfado por ese fallo.
En esta línea, el presidente de la Cámara de Diputados, Pierferdinando Casini, declaró hoy que la sentencia "es verdaderamente increíble", mientras varias decenas de simpatizantes de la Liga Norte, con algún eurodiputado entre ellos, se han manifestado ante los juzgados de la capital de Lombardía.
El ministro Castelli ha pedido una investigación a inspectores de Justicia para "que evalúen si ha podido haber ignorancia o una grave tergiversación de los hechos", anunció hoy a una emisora de radio.
Por su parte, la Asociación Nacional de Magistrados, en la que figura la mayoría de la profesión, emitió una nota en la que solicitó a los políticos que eviten "ataques personales a la juez de Milán, que en algunos casos han llegado casi al nivel de la denigración, porque son un daño inaceptable a la independencia judicial".
En esta línea, el presidente de la Cámara de Diputados, Pierferdinando Casini, declaró hoy que la sentencia "es verdaderamente increíble", mientras varias decenas de simpatizantes de la Liga Norte, con algún eurodiputado entre ellos, se han manifestado ante los juzgados de la capital de Lombardía.
El ministro Castelli ha pedido una investigación a inspectores de Justicia para "que evalúen si ha podido haber ignorancia o una grave tergiversación de los hechos", anunció hoy a una emisora de radio.
Por su parte, la Asociación Nacional de Magistrados, en la que figura la mayoría de la profesión, emitió una nota en la que solicitó a los políticos que eviten "ataques personales a la juez de Milán, que en algunos casos han llegado casi al nivel de la denigración, porque son un daño inaceptable a la independencia judicial".
Para la jueza milanesa Clementina Forleo, los acusados no cometieron el delito de terrorismo internacional, aunque sí otros como los de incitación a la inmigración clandestina, falsificación de documentos y encubrimiento. Por estos cargos, Boujaha Maher y Ali Ben Sassi Toumi han sido condenados a tres años de prisión, mientras que el tercer imputado, Mohammed Daki, ha sido condenado a un año y diez meses.
En el caso de otros dos acusados, Noureddine Drissi y Kamel Hamrahui, la jueza ha transferido sus procesos a la ciudad de Brescia por una cuestión de competencia territorial, aunque ha revocado las órdenes de custodia cautelar que pesaban sobre ellos por el delito de terrorismo internacional. Los cinco procesados, cuya nacionalidad no ha sido difundida, estaban acusados por la Fiscalía de haber recolectado dinero y promovido el reclutamiento de voluntarios para combatir en Irak cuando se produjo la intervención de Estados Unidos, por lo que solicitaba penas de entre seis y diez años de prisión.
Para la jueza Forleo, sin embargo, no está probado que esta célula tuviera entre sus planes "objetivos que trascendieran actividades de guerrilla". Según Forleo, los imputados "tenían como principal objetivo la financiación, y más en general, el respaldo de estructuras de adiestramiento paramilitar situadas en zonas de Oriente Medio, presumiblemente en el norte de Irak".
Con tal objetivo, "se organizaban tanto la recogida y envío de sumas de dinero, como el reclutamiento de voluntarios, todos extranjeros y todos de matriz islámico-fundamentalista". Pero "no está probado que estas estructuras paramilitares previeran la concreta programación de objetivos que trascendieran la actividad de guerrilla", según la jueza. Tras la lectura de la sentencia, uno de los acusados, Ali Ben Sassi Toumi, mostró su satisfacción y dio "gracias a la justicia italiana porque ha dicho que no somos terroristas. Y es cierto, no somos terroristas", aseguró.
En el caso de otros dos acusados, Noureddine Drissi y Kamel Hamrahui, la jueza ha transferido sus procesos a la ciudad de Brescia por una cuestión de competencia territorial, aunque ha revocado las órdenes de custodia cautelar que pesaban sobre ellos por el delito de terrorismo internacional. Los cinco procesados, cuya nacionalidad no ha sido difundida, estaban acusados por la Fiscalía de haber recolectado dinero y promovido el reclutamiento de voluntarios para combatir en Irak cuando se produjo la intervención de Estados Unidos, por lo que solicitaba penas de entre seis y diez años de prisión.
Para la jueza Forleo, sin embargo, no está probado que esta célula tuviera entre sus planes "objetivos que trascendieran actividades de guerrilla". Según Forleo, los imputados "tenían como principal objetivo la financiación, y más en general, el respaldo de estructuras de adiestramiento paramilitar situadas en zonas de Oriente Medio, presumiblemente en el norte de Irak".
Con tal objetivo, "se organizaban tanto la recogida y envío de sumas de dinero, como el reclutamiento de voluntarios, todos extranjeros y todos de matriz islámico-fundamentalista". Pero "no está probado que estas estructuras paramilitares previeran la concreta programación de objetivos que trascendieran la actividad de guerrilla", según la jueza. Tras la lectura de la sentencia, uno de los acusados, Ali Ben Sassi Toumi, mostró su satisfacción y dio "gracias a la justicia italiana porque ha dicho que no somos terroristas. Y es cierto, no somos terroristas", aseguró.