
LD (EFE) Los jueces Jean-Marie d'Huy y Henri Pons, que instruyen el "caso Clearstream", han registrado la oficina que en el centro de París tiene el ex primer ministro francés Dominique de Villepin. Un día antes, los magistrados encabezaron otro registro aunque esta vez en su domicilio. En ambas ocasiones estuvieron acompañados de policías de la división de investigaciones financieras.
Villepin acortó sus vacaciones y volvió precipitadamente la noche de este viernes a París, al estrecharse el cerco judicial en torno a él por su supuesta implicación en una fallida trama en 2004 para tratar de cerrar el paso al Elíseo a su actual inquilino, Nicolas Sarkozy.
Esa maquinación fue bautizada por la prensa como el "caso Clearstream", en alusión a la sociedad luxemburguesa cuyos listados de cuentas bancarias fueron falsificados para acusar de corrupción a industriales y políticos franceses, incluido Sarkozy. Es muy probable que Villepin sea citado antes de finales de mes para ser interrogado e imputado por "complicidad en denuncia calumniosa", según la prensa.
Los dos jueces disponen de nuevos documentos que hacen suponer que Villepin pudo haber participado en la maquinación del caso Clearstream. Se trata de datos borrados en el ordenador de un personaje clave del caso, el general Philippe Rondot, y recuperados por peritos judiciales que acreditan la tesis de que Sarkozy era un objetivo clave del caso Clearstream y que Villepin y el entonces jefe de Estado Jacques Chirac desempeñaron un papel en esa trama.
Ayer, antes del registro de su domicilio por los jueves, Villepin negó en un comunicado que investigara o intentara comprometer a Sarkozy (personado como acusación particular en la causa) y reclamó el estatuto de "testigo asistido" por un abogado para tener acceso al sumario y poder defenderse de estas "alegaciones mentirosas y acusaciones infundadas".
