(Libertad Digital)
Pasada ya la resaca del cierre de Egunkaria, Batasuna rescata el capítulo de las torturas para cerrar filas con vistas al 25 de mayo. Ya no son un partido político pero buscan la forma de estar presentes en las urnas aunque sea por defecto. Esa es la propuesta de AuB, plataforma que –con toda probabilidad– será ilegalizada pese a los obstáculos que se prevén (recursos y dilación en la presentación de listas) por continuidad de Batasuna. Imprimen papeletas para que estén listas antes de una eventual ilegalización, promocionando así el voto nulo. No serviría de nada pero tampoco iría a parar directamente al PNV.
Dos frentes abiertos
Ante este panorama, los movimientos de la ilegalizada Batasuna presentan dos frentes. Por un lado impedir que su bolsa de votantes se relaje y acuda al voto nacionalista cómodo (PNV-EA). Para ello, Jone Goiricelaia, gran conocedora de los entresijos judiciales que afectan a ETA y su partido, saca a la luz nuevas torturas –no denunciadas con anterioridad– en el proceso de cierre del diario Egunkaria. Ahora la víctima es Xabier Alegría, miembro de Batasuna y uno de los detenidos en la operación policial contra el rotativo. Dice la abogada que "ha sufrido torturas en periodo de incomunicación", con la "intencionalidad política de que en esas torturas se dieran a conocer nombre de personas y organizaciones y su hipotética relación con ETA, con un objetivo clarísimamente político". El otro frente es el de fingir que AuB es una plataforma autónoma y para ello, el propio Otegi ha dicho este lunes que aplaude la iniciativa de la farsa electoral.
En rueda de prensa junto a la abogada y al coportavoz Joseba Permach calificó de "imaginativa, constructiva y positiva" la propuesta de AuB, que, a su juicio, demuestra la "capacidad" de maniobra política de la izquierda abertzale "en cualquier coyuntura". Según informa la agencia EFE, Otegi aseguró no creer que "la alternativa sea convocar cada vez más elecciones", y reprochó al lehendakari que "lo que le faltó decir es que en esas elecciones la izquierda abertzale tampoco va a estar presente".
El ingrediente de la represión policial
Pero el papel de Otegi no se limita al descrito. Una vez más, alerta sobre una próxima campaña policial contra el radicalismo que él representa: “nuevas operaciones policiales están en marcha, en las que se va a torturar a los vascos”. Otegi vuelve a acusar a la Guardia Civil de torturas y dibuja el panorama lo más desolador posible para los intereses de los proetarras: Dice que el objetivo de la Guardia Civil "cuando tortura, es trasladar a la opinión pública que todas las actividades que realizamos los militantes de la izquierda abertzale son sospechosas, oscuras, clandestinas, siempre tienen algún objetivo no confesable".
Y de vuelta al frente judicial, defendido por Goricelaia (una de las representantes de la extensa red de abogados proetarras que trabaja para Batasuna junto a Íñigo Iruin) la clave sigue estando en que cualquier actuación de los tribunales contra la llamada izquierda abertzale se obtiene por la vía de la tortura: "La práctica que se da en la Audiencia Nacional es que las declaraciones que se obtienen bajo torturas en el proceso de incomunicación se utilizan para operaciones policiales y judiciales", explica la abogada y añade que en las declaraciones de Xabier Alegría aparecen los nombres de Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Rafa Díez Usabiaga, Joxean Etxebarria, Joxe Mari Olarra, Rufi Etxebarria, Maitane Intxaurraga, Gorka Martínez, Floren Aoiz, el mismo Xabier Alegría, Jon Salaberria, Jon Enparantza, o Esther Aguirre.
Ibarretxe, atento para lanzar su plan separatista
La diferencia entre nacionalistas y no nacionalistas en el País Vasco no es tan pronunciada como se hace ver. Basta para comprobarlo repasar los resultados de las últimas elecciones autonómicas –mejor si se hace por provincias– y el porcentaje de voto no nacionalista que arroja el País Vasco en las pasadas elecciones generales. Con la ilegalización de Batasuna y la decidida apuesta de Ibarretxe por la independencia, el PNV podría estar ya evaluando un nuevo escenario: más votos –es decir, más escaños– fruto de la migración del voto más radical, huérfano de Batasuna. Con ese panorama no cambiaría el reparto de fuerzas en la Cámara de Vitoria pero daría al lehendakari la pauta para diagnosticar una nueva mayoría, la que le permitiera sacar adelante su plan. Por eso, no revela con detalle sus plazos. En última instancia, un adelanto electoral de las autonómicas podría ser el paso definitivo.
Dos frentes abiertos
Ante este panorama, los movimientos de la ilegalizada Batasuna presentan dos frentes. Por un lado impedir que su bolsa de votantes se relaje y acuda al voto nacionalista cómodo (PNV-EA). Para ello, Jone Goiricelaia, gran conocedora de los entresijos judiciales que afectan a ETA y su partido, saca a la luz nuevas torturas –no denunciadas con anterioridad– en el proceso de cierre del diario Egunkaria. Ahora la víctima es Xabier Alegría, miembro de Batasuna y uno de los detenidos en la operación policial contra el rotativo. Dice la abogada que "ha sufrido torturas en periodo de incomunicación", con la "intencionalidad política de que en esas torturas se dieran a conocer nombre de personas y organizaciones y su hipotética relación con ETA, con un objetivo clarísimamente político". El otro frente es el de fingir que AuB es una plataforma autónoma y para ello, el propio Otegi ha dicho este lunes que aplaude la iniciativa de la farsa electoral.
En rueda de prensa junto a la abogada y al coportavoz Joseba Permach calificó de "imaginativa, constructiva y positiva" la propuesta de AuB, que, a su juicio, demuestra la "capacidad" de maniobra política de la izquierda abertzale "en cualquier coyuntura". Según informa la agencia EFE, Otegi aseguró no creer que "la alternativa sea convocar cada vez más elecciones", y reprochó al lehendakari que "lo que le faltó decir es que en esas elecciones la izquierda abertzale tampoco va a estar presente".
El ingrediente de la represión policial
Pero el papel de Otegi no se limita al descrito. Una vez más, alerta sobre una próxima campaña policial contra el radicalismo que él representa: “nuevas operaciones policiales están en marcha, en las que se va a torturar a los vascos”. Otegi vuelve a acusar a la Guardia Civil de torturas y dibuja el panorama lo más desolador posible para los intereses de los proetarras: Dice que el objetivo de la Guardia Civil "cuando tortura, es trasladar a la opinión pública que todas las actividades que realizamos los militantes de la izquierda abertzale son sospechosas, oscuras, clandestinas, siempre tienen algún objetivo no confesable".
Y de vuelta al frente judicial, defendido por Goricelaia (una de las representantes de la extensa red de abogados proetarras que trabaja para Batasuna junto a Íñigo Iruin) la clave sigue estando en que cualquier actuación de los tribunales contra la llamada izquierda abertzale se obtiene por la vía de la tortura: "La práctica que se da en la Audiencia Nacional es que las declaraciones que se obtienen bajo torturas en el proceso de incomunicación se utilizan para operaciones policiales y judiciales", explica la abogada y añade que en las declaraciones de Xabier Alegría aparecen los nombres de Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Rafa Díez Usabiaga, Joxean Etxebarria, Joxe Mari Olarra, Rufi Etxebarria, Maitane Intxaurraga, Gorka Martínez, Floren Aoiz, el mismo Xabier Alegría, Jon Salaberria, Jon Enparantza, o Esther Aguirre.
Ibarretxe, atento para lanzar su plan separatista
La diferencia entre nacionalistas y no nacionalistas en el País Vasco no es tan pronunciada como se hace ver. Basta para comprobarlo repasar los resultados de las últimas elecciones autonómicas –mejor si se hace por provincias– y el porcentaje de voto no nacionalista que arroja el País Vasco en las pasadas elecciones generales. Con la ilegalización de Batasuna y la decidida apuesta de Ibarretxe por la independencia, el PNV podría estar ya evaluando un nuevo escenario: más votos –es decir, más escaños– fruto de la migración del voto más radical, huérfano de Batasuna. Con ese panorama no cambiaría el reparto de fuerzas en la Cámara de Vitoria pero daría al lehendakari la pauta para diagnosticar una nueva mayoría, la que le permitiera sacar adelante su plan. Por eso, no revela con detalle sus plazos. En última instancia, un adelanto electoral de las autonómicas podría ser el paso definitivo.