Por favor, las comparaciones son odiosas. Al Sr. Marichalar no se le ha relacionado con ninguna actividad delictiva, su único delito ha sido ser cursi. Los delitos supuestamente cometidos por el todavía Duque de Palma son gravísimos, y en caso de ser condenado, y suponiendo que la Infanta Cristina resulte exculpada por considerarse ajena a los negocios de su marido, ésta debería plantearse el divorcio. Ya que estaría claro que él la había estado engañando.
depincia.
Totalmente de acuerdo, solo añadir que el Bobon no echa a Urdangarín por sí el mozo decidiera tirar de la manta.
Lo de Marichalar no sería un precedente a menos que una imputación, condena u otro acontecimiento o resultado judicial implique el divorcio.
El artículo parece provenir de un error de concepto que calificaría de "republicano" (aunque no "segundo-republicano" al estilo de cierta izquierda). Si un primo mío tira un papel al suelo, o hace algo mucho más gordo que eso, no por ello deja de ser mi primo. Urdangarín seguirá siendo de la familia real en los términos del decreto de 1980 que regula dicha condición, exclusivamente según las relaciones de parentesco contempladas, y no por lo que haga o deje de hacer o las cuentas que le pida la justicia.
Califico este error de "republicano" porque contempla la pertenencia de alguien a la familia real, aproximadamente, como la de los ministros al gobierno (como si la familia real fuese un ministerio u organismo de dirigentes y funcionarios reemplazables): el presidente los nombra y los destituye libremente, y es de esperar que un alto cargo que se viese envuelto en líos de éstos fuera destituido. Pero la familia es diferente. Rajoy puede nombrar a Gallardón ministro, pero no cuñado. La justicia puede "nombrar" a Urdangarín culpable, pero no divorciado.
Pues nada el Duque de Palmarena que devuelva la pasta y se quede con el titulo.
Lo que tendríamos que hacer es echar a todos esos gandules de sus poltronas, esto de la monarquía no es más que un tragadero nacional (otro más). Basta ya de parásitos sociales que en España sobran por doquier.