L D (EFE)
"Yo sé que José María Aznar no es el responsable, pero ha apoyado una guerra ilegal en el que ha muerto mi hijo", el periodista de "El Mundo", Julio Anguita Parrado, dijo este jueves Anguita en declaraciones a Telecinco. Anguita aseguró que no establece "causa-efecto" entre ambas circunstancias porque "hasta que yo eso no lo tenga claro, prefiero no hablar para que el sentimiento de dolor que tengo, no interfiera".
Preguntado por sus declaraciones la noche en la que murió su hijo, aseguró que, cuando se confirmó su fallecimiento, habló "el alma". Esa noche, Anguita participaba en un acto sobre la República en el Teatro García Lorca de Getafe. Al recibir la noticia y comunicársela a los concurrentes, el ex coordinador general de IU dijo “malditas sean las guerras y los canallas que las apoyan”. "Ahí no hay una especie de censor, como muchas veces tenemos, para decir lo correcto. Habla el alma a borbotones, a dolor, y dije lo que dije, y no me arrepiento, porque era lo que sentía y si no, que cualquiera que tenga un hijo y le ocurra eso... veremos qué es lo que dice", señaló.
"Prefiero hablar desde la serenidad"
Se refirió a su relación personal con el presidente del Gobierno, José María Aznar, y dijo que no ha vuelto a hablar con él "desde aquella comida que tuvimos en Córdoba". Pero me "ha mandado telegramas de pésame". Aseguró que "no quiero que el dolor que he sentido y que siento perturbe la relación que debe haber, normal, entre dos personas que están en la actividad política", porque "sigo estando en política, a un cuarto o quinto nivel, pero sigo estando en política".
"Esa noche yo no podía hablar porque hubiese dicho cosas tremendas, llamaron, cogí el teléfono, le habla Su Majestad el Rey, estuvo muy amable, pero con respecto al Gobierno... Sé que me ha llamado algún que otro ministro, me lo he encontrado en el móvil y tengo esa reserva", afirmó. "Repito, con toda frialdad, no establezco causa efecto pero estoy dolorido, y yo prefiero hablar desde la serenidad y no desde el dolor, me entenderán perfectamente", puntualizó.
Compara la guerra con los GAL
Opinó que nada justificaba la intervención militar en Irak y puso un ejemplo: "Esto es como los GAL, el atajo para acabar con ETA saltándose la legalidad". Sin embargo, consideró que la "actitud más brutal" ha sido la del Gobierno español y explicó que si la "seriedad de un país" se mide "por participar en un crimen masivo, es que no estamos bien de la cabeza". "Ese prestigio fundamentado en la violencia, francamente, me indica que el presidente está tocado, es la perversión del poder. En malas manos estamos", argumentó.
Preguntado por sus declaraciones la noche en la que murió su hijo, aseguró que, cuando se confirmó su fallecimiento, habló "el alma". Esa noche, Anguita participaba en un acto sobre la República en el Teatro García Lorca de Getafe. Al recibir la noticia y comunicársela a los concurrentes, el ex coordinador general de IU dijo “malditas sean las guerras y los canallas que las apoyan”. "Ahí no hay una especie de censor, como muchas veces tenemos, para decir lo correcto. Habla el alma a borbotones, a dolor, y dije lo que dije, y no me arrepiento, porque era lo que sentía y si no, que cualquiera que tenga un hijo y le ocurra eso... veremos qué es lo que dice", señaló.
"Prefiero hablar desde la serenidad"
Se refirió a su relación personal con el presidente del Gobierno, José María Aznar, y dijo que no ha vuelto a hablar con él "desde aquella comida que tuvimos en Córdoba". Pero me "ha mandado telegramas de pésame". Aseguró que "no quiero que el dolor que he sentido y que siento perturbe la relación que debe haber, normal, entre dos personas que están en la actividad política", porque "sigo estando en política, a un cuarto o quinto nivel, pero sigo estando en política".
"Esa noche yo no podía hablar porque hubiese dicho cosas tremendas, llamaron, cogí el teléfono, le habla Su Majestad el Rey, estuvo muy amable, pero con respecto al Gobierno... Sé que me ha llamado algún que otro ministro, me lo he encontrado en el móvil y tengo esa reserva", afirmó. "Repito, con toda frialdad, no establezco causa efecto pero estoy dolorido, y yo prefiero hablar desde la serenidad y no desde el dolor, me entenderán perfectamente", puntualizó.
Compara la guerra con los GAL
Opinó que nada justificaba la intervención militar en Irak y puso un ejemplo: "Esto es como los GAL, el atajo para acabar con ETA saltándose la legalidad". Sin embargo, consideró que la "actitud más brutal" ha sido la del Gobierno español y explicó que si la "seriedad de un país" se mide "por participar en un crimen masivo, es que no estamos bien de la cabeza". "Ese prestigio fundamentado en la violencia, francamente, me indica que el presidente está tocado, es la perversión del poder. En malas manos estamos", argumentó.