(Libertad Digital) El ex ministro de Defensa no ha querido precisar si en 2008 volverá a la primera línea de la política. Su vocación, ha explicado, es permanecer en la "tercera o cuarta línea", como así lo dejó claro el 7 de abril, cuando anunció su salida del Gobierno. En TVE ha explicado que pese a sus intenciones, muy poco después Zapatero ya le ofreció incorporarse al Consejo de Estado. "Acepté porque era una especie de jubilación no pensionada". Luego le hablaron de la Alcaldía, que también rechazó dejando en evidencia a más de un compañero de partido.
Ahora, dice que su voluntad es la de permanecer al margen "un tiempo que no lo adivino corto, no, al menos, para volver esta legislatura". De su presencia en las listas del 2008 en las generales de 2008, "no es que no lo descarte, no quiero dar titulares". Cuando le han preguntado si un posible ofrecimiento de Zapatero para ser su número dos podría ser un "dulce", esta vez ha evitado el malentendido: "Deje los dulces para los puestos de los chinos, que luego se convierten en titulares".
"Ni Estatuto ni tripartito"
Más claro ha sido al hablar de los resultados electorales en Cataluña. "Montilla ha perdido", ha sido una de sus frases. Del PSC ha dicho que "es un partido distinto del PSOE, han hecho hincapié en que así sea y serán ellos los que decidan". Sin embargo, su opinión en este caso es cristalina: "No me gusta ni el Estatuto ni el tripartito. Creo que cuando una persona mete la cuchara en un caldo y se quema, y que nos hemos quemado es evidente, volverla a meter es un poco suicida".
Además, ha advertido a Montilla que sus pretensiones para reeditar el tripartido pueden traer consecuencias negativas para los intereses electorales del PSOE en las autonómicas del año que viene y en las generales de 2008. "El tripartito ha hecho daño y reeditarlo en los mismos términos puede hacer daño", ha apuntado.
Frente al "suicidio", la "sociovergencia"
A su juicio, "lo más razonable" sería que CIU "tuviera la iniciativa generosa de ofrecer un pacto de Gobierno o parlamentario al PSC y que se produjera tranquilidad, estabilidad y progreso para Cataluña". Su apuesta es la "sociovergencia": "Los dos partidos mayoritarios, que son moderados, sensatos, que se entiendan, que no va a pasar nada malo, que los catalanes lo van a agradecer". Pero acto seguido ha matizado: "Esto es lo que yo pienso, pero yo no soy nadie, se lo digo porque me lo pregunta, si hay otra idea mejor la acepto y me pliego a lo que diga Zapatero".
Como era de esperar, no comparte el análisis que ha hecho el PP de los resultados electorales. "Que Zapatero ha perdido es algo que el PP viene diciendo desde que ganó". Un argumento, según el ex ministro, que se entiende que "algunos dirigentes del Partido Popular han perdido la cabeza y creen que hay que trabajar para ganar las elecciones, pero las del 2004".
De Ciudadanos ha dicho que no cree que el fenómeno sea "exportable". Si lo es, sostiene que "no hay que revisar el fenómeno sino la categoría: algo estamos haciendo mal cuando la mitad de los catalanes no va a votar y los que lo hacen votan a tres diputados al margen de la estructura clásica del poder".
Chaves: "No creo que esa experiencia fuera muy buena"
A otro "barón" del PSOE, Manuel Chaves, tampoco le gusta el tripartito. En declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, el presidente de Andalucía indicó que si el PSC opta "al final" por reeditar el tripartito "no puede ser en las misma condiciones y situaciones" que en la recién acabada legislatura. "No creo que esa experiencia fuera muy buena", indicó Chaves, antes de recordar cuál es la naturaleza del PSC, "federado" al PSOE y, por tanto, con "autonomía y margen de maniobra para decidir qué tipo de alianza o coalición" quiere alcanzar. "Son ellos los que lo tienen que decidir", sentenció Chaves.
Indicó que los tres escenarios posibles sobre los que tiene que optar el PSC son el tripartito (junto a ERC e ICV-EUiA), un pacto con CiU o estar en la oposición. Indicó que "tampoco pasa nada" si al final la opción es esta última. Además, quiso dejar claro que el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "nunca" dirá que se impida un tripartito, toda vez que se va a ser "estrictamente escrupulosos" con los que señalen los compañeros del PSC.