
Vázquez, que estuvo acompañado por el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, el responsable de política municipal del PSOE, Alvaro Cuesta y el primer presidente de la FEMP, el ex alcalde de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños, se mostró emocionado al dejar su cargo, que ya desempeñó entre 1991 y 1995, y más tarde desde 2003 hasta la actualidad. En su despedida, quiso recordar que la "gran asignatura pendiente de la democracia" es un Pacto Local que "estructure la organización territorial del Estado en torno al Gobierno central, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos y Diputaciones". Reseñó además que el gasto público de los poderes locales es hoy el mismo que cuando fue elegido alcalde de La Coruña en 1983, por primera vez, un 13 por ciento.
Por todo ello, reiteró que "no se puede posponer el Pacto Local y en estos momentos en que se inicia una nueva reforma estatutaria, simultáneamente, repito, simultáneamente, se debe desarrollar la ley básica de régimen local que consagre y blinde nuestras competencias, institucionalice la FEMP y aborde la financiación local, máxime cuando se va a reformar el sistema fiscal español y el modelo de financiación autonómica, dos hechos que alteran gravemente el modelo de ingresos locales".
"En Roma tenéis un amigo", concluyó Vázquez ante el Consejo Federal de la FEMP. Antes en rueda de prensa, tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento para los alcaldes del País Vasco y elogió a su sucesor que "es un hombre de diálogo y va a ser un gran presidente de la FEMP".
Gallego: "no queremos milagros pero sí avances"
El nuevo presidente de la FEMP, Heliodoro Gallego, comenzó su gestión anunciando una próxima reunión de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo sobre financiación local a la que asistirá con las dos vicepresidentas de la Federación y que se celebrará con el ministro de Economía, Pedro Solbes. "Queremos soluciones concretas y precisas, no milagros pero sí avances", remachó. Gallego tuvo agradecimientos para el presidente saliente y para su partido, el PSOE, "con clara vocación municipalista", por elegirle para suceder a Vázquez en la FEMP.
"Ha llegado el momento de que se cumpla el compromiso que expresó personalmente el Presidente del Gobierno en Vitoria, durante la celebración del XXV aniversario de los ayuntamientos democráticos, de potenciar el reconocimiento institucional de la FEMP", señaló Gallego y reclamó la presencia de la institución en el Consejo de Política Fiscal y Financiera "y en cuantos foros se constituyan porque es legítimo nuestro deseo, y diría que inaplazable, el abordar la definición del marco competencial, la compensación a las corporaciones locales para los servicios que vienen haciendo y pagando, sin corresponderles".
Garantizó diálogo y "búsqueda de encuentro" con todos, con independencia de quien le haya votado, y concluyó afirmando que "sumando vamos a conseguir nuestros objetivos".
Sevilla dice que Vázquez aspira "como mínimo a la beatificación"
La alcaldesa de Córdoba y vicepresidenta de la Federación, Rosa Aguilar, se mostró agradecida a la gestión de Vázquez, del que dijo que ha ejercido su labor en la FEMP de forma independiente, utilizando el diálogo y el consenso en favor del municipalismo.
Por su parte, el ministro Jordi Sevilla despidió a Vázquez indicando que hace 23 años le dijo que lo que de verdad le gustaría es ser embajador ante la Santa Sede. Según Sevilla ha tenido esa misma "visión de perspectiva" que tiene la Iglesia y que este nuevo cometido sólo se trata de un "peldaño" en su carrera, que tiene "planificada" y que aspira "como mínimo a la beatificación". El ministro no dudó de que Francisco Vázquez también llevará "competencias impropias" en el Vaticano y que está convencido de que seguirá estando presente en la vida política y social española y en los medios de comunicación.
Por otro lado, manifestó que su ministerio está ahora más cerca de cumplir los compromisos de esta legislatura con los ayuntamientos. Añadió que estamos ante una "encrucijada" y que "nos va a costar atinar bien" pero que no hay razón para que cambie el clima de colaboración que durante estos dos últimos años ha presidido la relación del Gobierno con la FEMP
