
(Libertad Digital) Dezcallar ha abierto su comparecencia negando que perteneciera al PP. El diputado popular Jaime Ignacio del Burgo, que abría el interrogatorio, trataba con su pregunta de descartar cualquier imputación de favoritismo hacia el anterior Ejecutivo. El compareciente ha resaltado su independencia y sus conocimietos del "mundo árabe". Tras constatar el incremento presupuestario en los últimos tres años del CNI, Dezcallar ha confimado que el aumento de la partida presupuestaria se debió en buena parte "al incremento de riesgos en España por su situación internacional". Riesgos, explicó que comenzaron el 11-S con el ataque a Nueva York y Washington.
La aparición de los detonadores
Sobre el informe del CNI que hacía referencia al hallazgo de los detonadores en la misma mañana del 11-M, en contradicción con los documentos policiales, Dezcallar ha confirmado que ninguno de sus agentes estuvo en Alcalá de Henares en el momento en que se descubrió la furgoneta y que "en este asunto no discutiría con la Policía". Una manifestación con la que ha tratado de cerrar la polémica por las contradicciones entre informes y en la que ha primado la versión de la Policía. En su comparecencia, ha pedido una mayor colaboración entre las fuerzas de seguridad y ha criticado que hasta el 16-M el CNI no estuviera en ninguna reunión ni se le sumistraran datos. Sin embargo, durante esos días mantuvo contacto telefónico con Aznar y el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa.
Llamadas al PSOE
Preguntado si también había hablado con dirigentes del PSOE, Dezcallar ha confirmado que el 11-M habló con Zapatero, al que trasladó su convicción de que ETA era la autora de la masacre. En un principio ha sostenido que también conversó con Pérez Rubalcaba el 13-M aunque luego ha tenido que matizar que esa conversación no se produdujo hasta el 20 de marzo y que no abordó con él sin el Gobierno había mentido.
No hubo imprevisión
El que fuera máximo responsable de la inteligencia española no cree que hubiera imprevisión. "No estábamos alertados de que se produjera un atentado como el del 11-M. A partir de octubre de 2003 Ben Laden cita a España como país enemigo. Las amenazas se han repetido pero el análisis que hacíamos sostenía que era muy probable un ataque muy fuerte contra nuestras fuerzas desplegadas en Irak". El momento de mayor alerta, ha explicado fue entre octubre y noviembre, "teníamos los sensores al rojo, estábamos esperando algo, después no hubo nada que nos hiciera presagiar algo".
España, el eslabón más débil de la coalición
En referencia al documento de un Instituto de Estudios noruego, que no se conoció hasta después del 11-M y que apuntaba a que los terroristas no hablaban de ataques en España, pero sí contra nuestras fuerzas en Irak, Dezcallar ha explicado que en ese documento se hablaba de que España era el eslabón más débil de la coalición. El objetivo de los terroristas, según ese documento interpretado por Dezcallar, era golpear dos o tres veces a nuestras tropas para forzar la retirada. El ex director del CNI ha confirmado que el autor de ese artículo conocía perfectamente la realidad española y su objetivo era o provocar la retirada a base de ataques a los soldados o forzar la derrota electoral del PP. "Este análisis es muy inteligente", ha dicho Dezcallar.
ETA: la convicción del CNI
El elemento definitivo para el CNI fue la aparicion de la cinta con los versos coránicos "pero había datos antes que nos hacian sospechar". Entre ellos, que la furgoneta no tenía las matrículas dobladas, ni una bomba falsa. Sin embargo, también pesó a la hora de decantarse en un principio por ETA la declaración institucional de Ibarretxe, "se supone que conoce la situación en Euskadi". La tesis de ETA, ha explicado, fue debilitándose y a lo largo de los tres días cambió el rumbo de la investigación aunque ha precisado que todavía la noche del 12-M había elementos, de los que no puede hablar, que no descartaban a los etarras. En este punto, Dezcallar ha reconocido que el trabajo de los investigadores fue muy difícil porque "era una investigación en abierto, la gente sabía en tiempo real lo que estaba pasando". Posteriormente ha matizado que la pista de ETA se ha seguido "incluso muchos días después del 11-M".
Terroristas suicidas
Otra de las polémicas a las que se ha referido Dezcallar ha sido al informe en el que se habla de la existencia de un terrorista suicida. El ex director del CNI ha explicado que, antes incluso de que el Instituto Anatómico Forense lo descartara, el CNI ya sostuvo que no había terroristas suicidas en los trenes. Sin embargo, en un informe del 15 de marzo habla de la posible existencia de terroristas suicidas. Dezcallar ha apuntado que los autores de la masacre "se daban ya por muertos" y que no se podían descartar nuevas acciones terroristas en las que se suicidaran. Al final, ha señalado, "se volaron por los aires en Leganés".
"Al-Qaeda no está detrás"
Dezcallar ha respondido que no está en condiciones de afirmar que Al-Qaeda sea la autora de la masacre. En este sentido, ha explicado los atentados pueden ser obra de "grupos locales desconocidos que duermen y se activan sin actividad terrorista previa" (...) Al-Qaeda y Saam Husein no tienen nada que ver". También ha apuntado que no hay datos sobre una posible colaboración entre el terrorismo etarra y el islámico.
Aclaración a la Ser
Sobre la nota aclaratoria que emitió el CNI a través de la Agencia EFE, Dezcallar ha matizado que no se trató de un desmentido sino que "aclaró" la información que estaba difundiendo la emisora de Polanco desde primeras horas del 13-M. En ese momento, matizó que las líneas de investigación no se centraban en un 99 por ciento hacia el terrorismo islámico y que la vía de ETA todavía estaba abierta. El ex director del CNI ha reconocido que el entonces secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, le llamó para que aclarara la información porque la que se estaba difundiendo era falsa.
"El CNI no espía políticos"
El portavoz de ERC en la comisión ha aprovechado su tiempo para intentar deslegitimar al CNI a raíz del informe publicado por El Mundo, que refleja los contactos telefónicos de Carod-Rovira con Otegi para provocar la mayor anormalidad posible el día de reflexión. Dezcallar ha sido contundente: "El CNI no espía políticos ni actividades políticas".
