
(Libertad Digital) El jueves 29 de abril, el diario El Mundo desvelaba que Rafá Zuher y el ex minero Emilio Suárez Trashorras, dos detenidos por conseguir la Goma 2 a los terroristas del 11-M, eran confidentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, respectivamente. En concreto, el marroquí Rafá Zuher –conocido como Rafael en los ambientes delictivos– era confidente de un capitán de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (la policía científica de la Benemérita). Al frente de la UCO está el coronel Félix Hernando, que trabajó a las órdenes directas de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior en el Gobierno de Felipe González.
Cinco días después de la publicación de esta noticia, Zuher envió una carta al ministro de Interior, José Antonio Alonso, en el que hacía la siguiente denuncia: "Actualmente temo por mi vida, puesto que se me ha puesto de manifiesto que los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil podrían enviar a la cárcel a un sicario para asesinarme". Además, el confidente marroquí asegura que, tras ser detenido, desde la Guardia Civil se le pidió que "no comentase a nadie que había avisado de la existencia de los explosivos".
Zuher, que representó en el pasado a España en algunos combates de Kick-Boxing, explica en su carta al ministro Alonso su conexión con la Unidad Central Operativa de la Benemérita: "Mi relación con los miembros de la UCO de la Guardia Civil se remonta a unos dos años y medio atrás, y por intermediación de un conocido llamado Mario con DNI y teléfono móvil , quien colabora con la policía desde hace varios años". Curiosamente, El Mundo informa de que el tal Mario ha recibido la recomendación de que abandone España durante una temporada.

