L D (EFE)
Ibarretxe responde así en el Parlamento Vasco a una interpelación del portavoz del PSE, Rodolfo Ares, que preguntó al lehendakari por las mayorías necesarias para aprobar el Plan y por el calendario previsto hasta la consulta popular del mismo. El jefe del Ejecutivo Vasco explicó que su Plan necesita mayoría absoluta en el Parlamento de Vitoria para, posteriormente, llevarlo ante las Cortes Generales, "donde espero que no exista ningún planteamiento de veto". No obstante, parece que las Cortes no serán un obstáculo para Ibarretxe, ya que reconoció que, si rechazaran su Plan, la consulta no tendría validez jurídica, por lo que el texto aprobado no podría incluirse en el ordenamiento jurídico, pero "sería un reflejo democrático de lo que quieren y piensan los ciudadanos vascos, con toda la importancia que eso tiene para Euskadi, España, Europa y para la comunidad internacional".
El lehendakari rechazó que su Plan pueda ser calificado como "antidemocrático" y emplazó al PSE a "negociar y dialogar" sobre las mayorías necesarias para sacar adelante el documento que Ibarretxe presentó ante la Cámara Vasca el pasado 27 de septiembre. Aclaró que su Plan ha recibido un total de 35.000 aportaciones de agentes sociales, económicos y políticos, así como de ciudadanos en general, entre ellas preguntas y rechazos, y afirmó que, en la actualidad, el Ejecutivo autónomo se encuentra estudiando estas sugerencias. Tras su estudio, Ibarretxe presentará un "proyecto de solución", como lo llamó, ante el Parlamento Vasco, es decir, un texto articulado que se someterá a debate en la Cámara de Vitoria y entre la ciudadanía. Si es aprobado en el Parlamento, el Gabinete Ibarretxe negociará la propuesta con el Gobierno central y planteará una consulta a la sociedad vasca sobre su Plan, aunque Ibarretxe hoy no concretó fechas.
El lehendakari indicó que su propuesta "no tiene la vocación de afrontar" la próxima campaña electoral, "sino 20 años de convivencia". "El Plan no tiene la vocación de ser un elemento que se establezca como eje natural de la campaña de mayo, sino como eje natural en el que convivamos en los próximos 20 años". Por su parte, Rodolfo Ares (PSE) señaló que el jefe del Gobierno vasco pretende convertir el Plan "en la gran oferta programática de la coalición PNV-EA" y denunció las "contradicciones" registradas durante la presentación de la propuesta por diferentes dirigentes nacionalistas. Ares consideró que Euskadi necesita "más autogobierno y libertad y menos nacionalismo" y señaló que el Plan de libre asociación de Euskadi con el Estado cuenta con la oposición de "partidos, agentes económicos y sociales, e incluso, según datos de alguna encuesta de las que disponemos, más del 22 por ciento de los electores de PNV y EA".
El dirigente socialista reiteró que la propuesta de Ibarretxe "rompe el consenso estatutario y no respeta las reglas de juego que hemos decidido los vascos".
El lehendakari rechazó que su Plan pueda ser calificado como "antidemocrático" y emplazó al PSE a "negociar y dialogar" sobre las mayorías necesarias para sacar adelante el documento que Ibarretxe presentó ante la Cámara Vasca el pasado 27 de septiembre. Aclaró que su Plan ha recibido un total de 35.000 aportaciones de agentes sociales, económicos y políticos, así como de ciudadanos en general, entre ellas preguntas y rechazos, y afirmó que, en la actualidad, el Ejecutivo autónomo se encuentra estudiando estas sugerencias. Tras su estudio, Ibarretxe presentará un "proyecto de solución", como lo llamó, ante el Parlamento Vasco, es decir, un texto articulado que se someterá a debate en la Cámara de Vitoria y entre la ciudadanía. Si es aprobado en el Parlamento, el Gabinete Ibarretxe negociará la propuesta con el Gobierno central y planteará una consulta a la sociedad vasca sobre su Plan, aunque Ibarretxe hoy no concretó fechas.
El lehendakari indicó que su propuesta "no tiene la vocación de afrontar" la próxima campaña electoral, "sino 20 años de convivencia". "El Plan no tiene la vocación de ser un elemento que se establezca como eje natural de la campaña de mayo, sino como eje natural en el que convivamos en los próximos 20 años". Por su parte, Rodolfo Ares (PSE) señaló que el jefe del Gobierno vasco pretende convertir el Plan "en la gran oferta programática de la coalición PNV-EA" y denunció las "contradicciones" registradas durante la presentación de la propuesta por diferentes dirigentes nacionalistas. Ares consideró que Euskadi necesita "más autogobierno y libertad y menos nacionalismo" y señaló que el Plan de libre asociación de Euskadi con el Estado cuenta con la oposición de "partidos, agentes económicos y sociales, e incluso, según datos de alguna encuesta de las que disponemos, más del 22 por ciento de los electores de PNV y EA".
El dirigente socialista reiteró que la propuesta de Ibarretxe "rompe el consenso estatutario y no respeta las reglas de juego que hemos decidido los vascos".