Menú
MURIERON 62 MILITARES ESPAÑOLES

INVESTIGACIÓN: Fallo humano en el accidente de Trebisonda

Según el general de brigada Francisco Sánchez Borrallo, presidente desde 1996 de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares, el accidente de Turquía en el que murieron 62 militares españoles se debió a un fallo humano, ya que el piloto del avión ucraniano Yakovlev-42 que transportaba a los soldados no sabía ni dónde se encontraba exactamente en el momento de intentar el aterrizaje por segunda vez.

(Libertad Digital) Según el diario El Mundo , que ha entrevistado al general de brigada Francisco Sánchez Borrallo, el fallo humano es la causa que barajan los investigadores españoles y turcos tras el accidente de aviación sufrido por 62 militares españoles en Turquía el pasado 26 de mayo. El piloto anunció a la torre de control que estaba en disposición de intentar el segundo aterrizaje, pero seis segundos después se estrellaba a varias millas de distancia del punto en el que había dicho que se encontraba. Eran las 04:05 hora local turca y el Yakovlev-42 de la compañía ucraniana Um-Air llevaba a la muerte a los 62 militares españoles y a los 13 tripulantes. Francisco Sánchez Borrallo ha dicho, en declaraciones a El Mundo que “todo apunta a un error humano inexplicable, no lo entendemos ni la comisión turca ni nosotros”.

Según las explicaciones del general de brigada, el piloto del avión no sabía dónde estaba de verdad. Creía haberse encaminado hacia el este, hacia el punto acordado para iniciar la maniobra de aterrizaje, pero en realidad había virado hacia el sur, hacia una zona prohibida porque se trata de un área montañosa que rodea el aeropuerto y a la que sólo se puede ir en caso de emergencia y volando a una altitud mínima de 11.500 pies. Sin embargo, según relató el general Sánchez Borrallo, el piloto llevó el avión hasta las colinas, en una actitud suicida aunque probablemente no intencionada y volando a unos 4.300 pies, que era la altitud normal que debía mantener si hubiera estado donde él creía estar. De hecho, poco antes de estrellarse parece que el piloto se dio cuenta, porque intentó enderezar el avión y colisionó con la cola, según todos los indicios, ya que los restos del aparato aparecieron muy concentrados.

No obstante, el general de brigada Sánchez Borrallo también apunta a que el comandante de la nave equivocara el rumbo al teclearlo en el piloto automático, ya que debería haber escrito 0.9.0 y pudo poner 1.9.0, lo que le llevó directo a la muerte y, con él, a los tripulantes y a los militares españoles. Para el jefe de la investigación española, se trata de un error mínimo, de un solo dígito, lo que podría explicar por qué el piloto dirigió al avión hacia la zona prohibida, que además aparece marcada como tal en todas las cartas de navegación aérea del aeropuerto de Trebisonda. Según El Mundo , para averiguar el porqué de un error tan descomunal habrá que esperar hasta la semana próxima, cuando se abran las cajas negras del aparato en Moscú. Sánchez Borrallo ha solicitado contar con un observador en el proceso.

Sin embargo, tras su investigación preliminar, el general descarta “por completo” que el piloto “pudiera estar borracho” y también descarta el cansancio o la inexperiencia del comandante de la aeronave, que debía tener al menos 17.000 horas de vuelo y seguramente conocía bien el aeropuerto de Trebisonda, ya que para un ucraniano es uno de los más cercanos a su país, al otro lado del Mar Negro. Borrallo también descarta un fallo técnico del aparato, porque “no tiene lógica que él (el piloto) actuara con normalidad sin notificar ningún problema, si había alguna disfunción en el avión”. No obstante, en sus declaraciones al diario El Mundo , el general de brigada apunta también que, “si el aeropuerto de Trebisonda hubiera dispuesto de un radar de aproximación, seguramente se habría solucionado el problema, porque le habrían alertado desde la torre rápidamente de que iba en una dirección equivocada”. Sin embargo, inmediatamente resta importancia a este asunto porque, aunque en los aeropuertos españoles y occidentales es habitual la existencia de dicho radar, es normal que no lo haya en otros países, sobre todo en aeropuertos sin excesivo tráfico.

La Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam) es un órgano colegiado dependiente del Ministerio de Defensa y adscrito al mando del apoyo logístico del Ejército del Aire.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal