L D (EFE) La Audiencia Provincial de Asturias reanudó este lunes el juicio de los veinte acusados en la causa de la "operación Pipol", seguida por tráfico de drogas y explosivos, entre ellos Trashorras y Toro, también imputados en el sumario por los atentados del 11-M, con el inicio de las declaraciones de los testigos. El mando policial afirmó que Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras tenían acceso al garaje donde se hallaron en 2001 explosivos similares a los utilizados en los atentados del 11-M en 2004.
En la vista, Toro y Trashorras aseguraron no tener vinculación alguna con los explosivos hallados en Avilés en el año 2001. El mando policial respondió a las preguntas del fiscal y de las defensas de los 20 acusados y aportó detalles de la forma en que se desarrolló la investigación a través de escuchas telefónicas principalmente, en una de las cuales quedó constancia de que Toro, Trashorras y el prófugo José Fernández Díaz "Nayo" tenían las llaves del garaje de Avilés.
A ese lugar las Fuerzas de Seguridad llegaron buscando un alijo de Drogas y se encontraron además con cartuchos de dinamita, que fueron entregados a los técnicos especialistas en desactivación de explosivos (Tedax) de la Policía y posteriormente destruidos por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón.
La sesión se inició con la petición del fiscal José Perals para que la Sala citara a un nuevo perito de los Tedax ya que el que estaba citado había fallecido, a lo que se opusieron las defensas. La Fiscalía mantiene que los acusados formaban parte de una red de distribución de drogas que operaba en Asturias, Galicia y Madrid.
La investigación comenzó en el año 2000 con el seguimiento del dueño de un pub en Gijón y de un taller de reparación de automóviles en Barros que permitió descubrir las ramificaciones de una banda dedicada a la venta de cocaína.
Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro no figuran en las escuchas telefónicas ni entre los sospechosos de integrar la banda hasta un año más tarde vinculados al proveedor gallego de cocaína.
Las pesquisas consiguieron identificarles en algunos viajes que miembros del clan realizaron al sur de España para proveerse de hachís, que era almacenado en el garaje de Avilés al que tenían acceso junto a "Nayo" y en el que se decomisaron 53 kilogramos de esa droga y dieciséis cartuchos de dinamita.
En la vista, Toro y Trashorras aseguraron no tener vinculación alguna con los explosivos hallados en Avilés en el año 2001. El mando policial respondió a las preguntas del fiscal y de las defensas de los 20 acusados y aportó detalles de la forma en que se desarrolló la investigación a través de escuchas telefónicas principalmente, en una de las cuales quedó constancia de que Toro, Trashorras y el prófugo José Fernández Díaz "Nayo" tenían las llaves del garaje de Avilés.
A ese lugar las Fuerzas de Seguridad llegaron buscando un alijo de Drogas y se encontraron además con cartuchos de dinamita, que fueron entregados a los técnicos especialistas en desactivación de explosivos (Tedax) de la Policía y posteriormente destruidos por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón.
La sesión se inició con la petición del fiscal José Perals para que la Sala citara a un nuevo perito de los Tedax ya que el que estaba citado había fallecido, a lo que se opusieron las defensas. La Fiscalía mantiene que los acusados formaban parte de una red de distribución de drogas que operaba en Asturias, Galicia y Madrid.
La investigación comenzó en el año 2000 con el seguimiento del dueño de un pub en Gijón y de un taller de reparación de automóviles en Barros que permitió descubrir las ramificaciones de una banda dedicada a la venta de cocaína.
Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro no figuran en las escuchas telefónicas ni entre los sospechosos de integrar la banda hasta un año más tarde vinculados al proveedor gallego de cocaína.
Las pesquisas consiguieron identificarles en algunos viajes que miembros del clan realizaron al sur de España para proveerse de hachís, que era almacenado en el garaje de Avilés al que tenían acceso junto a "Nayo" y en el que se decomisaron 53 kilogramos de esa droga y dieciséis cartuchos de dinamita.