L D (EFE)
En una interpelación defendida por el diputado socialista Diego López Garrido sobre la invasión de Irak, la ministra declaró que "el nivel al que están arrastrando el debate político alcanza cotas innombrables" y aseguró que el presidente del Gobierno, José María Aznar, dio muestras de "coraje político" con su nombramiento.
A su juicio, eso fue una "señal inequívoca de que nosotros sí sabemos también enfrentarnos al cáncer, no lo llamamos esa enfermedad , con ese subterfugio, con esa negación de la realidad como su correligionario", en referencia a las palabras del candidato socialista a la alcaldía de Valencia, Rafael Rubio.
El candidato explicó la semana pasada que en un debate municipal afirmó que "una persona que justifica una guerra, con las matanzas de civiles que está habiendo, con la subida de las bolsas y la rebaja de la gasolina, no puede estar en sus cabales o sufre alguna secuela psíquica, si ha tenido alguna enfermedad", y luego agregó que al recordar que Palacio había sufrido cáncer pidió que se retiraran sus palabras y le envió un telegrama de disculpas. Algo tarde.
En el Pleno del Congreso, Ana Palacio dijo que "el cáncer es una aventura extraordinaria de la que cualquiera sale engrandecido" aunque reconoció que "no se la deseo a nadie". También insistió en que había sido víctima de una "tergiversación" de su respuesta a una pregunta sobre los efectos de los primeros días de la guerra, en la que "constaté dos datos objetivos" como la subida de las bolsas y la bajada del precio del petróleo.
Para Ana Palacio, estas posiciones socialistas son "fieles a su política de bandazos", por lo que les recomendó "un ejercicio de autocrítica" que les haga cambiar su objetivo de "buscar la erosión del Gobierno" desde "la pancarta".
A su juicio, eso fue una "señal inequívoca de que nosotros sí sabemos también enfrentarnos al cáncer, no lo llamamos esa enfermedad , con ese subterfugio, con esa negación de la realidad como su correligionario", en referencia a las palabras del candidato socialista a la alcaldía de Valencia, Rafael Rubio.
El candidato explicó la semana pasada que en un debate municipal afirmó que "una persona que justifica una guerra, con las matanzas de civiles que está habiendo, con la subida de las bolsas y la rebaja de la gasolina, no puede estar en sus cabales o sufre alguna secuela psíquica, si ha tenido alguna enfermedad", y luego agregó que al recordar que Palacio había sufrido cáncer pidió que se retiraran sus palabras y le envió un telegrama de disculpas. Algo tarde.
En el Pleno del Congreso, Ana Palacio dijo que "el cáncer es una aventura extraordinaria de la que cualquiera sale engrandecido" aunque reconoció que "no se la deseo a nadie". También insistió en que había sido víctima de una "tergiversación" de su respuesta a una pregunta sobre los efectos de los primeros días de la guerra, en la que "constaté dos datos objetivos" como la subida de las bolsas y la bajada del precio del petróleo.
Para Ana Palacio, estas posiciones socialistas son "fieles a su política de bandazos", por lo que les recomendó "un ejercicio de autocrítica" que les haga cambiar su objetivo de "buscar la erosión del Gobierno" desde "la pancarta".
