LD (EFE) El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz rechazó este viernes imponer medidas cautelares al segundo joven que participó en la quema de fotografías de los Reyes el día 13 en Gerona, Enric Stern Taulats, en contra de la petición del fiscal Ignacio Gordillo que reclamó para él comparecencias quincenales.
Por su parte, su compañero Fernando Grande-Marlaska, quien investiga la quema de fotografías de los Reyes el pasado sábado en Gerona y Molinos del Rey, tomará declaración como imputados el próximo jueves a las nueve personas que han sido identificadas hasta el momento por los Mossos D'Esquadra como autoras de estos hechos, calificado de un delito de injurias al Rey.
Además, mientras Pedraz tomaba declaración a Stern, el fotógrafo catalán Jordi Ribot, profesor de la Universidad de Vic y freelance, comparecía ante Grande-Marlaska por haberse negado a entregar el material gráfico que obtuvo en la manifestación del día 22 en Gerona.
Ese día, sábado, unas 300 personas se manifestaron en Gerona y unas 100 en Molinos del Rey (Barcelona) en solidaridad con el primer joven identificado como autor de la quema de fotos el día 13 en Girona, Jaume Roura, y, tras leer sendos manifiestos, algunas de ellas quemaron una cincuentena de fotos de los Reyes de España.
Tras declarar como testigo, Ribot se comprometió con el juez a entregar sus fotografías a los Mossos D'Esquadra para que puedan identificar a los participantes en ese acto en el que se quemaron fotos de los Reyes y explicó que si no las había entregado ya era porque cuando se las requirieron no le mostraron una orden judicial, pero que ahora las pondría a su disposición porque si no podría incurrir en un delito desobediencia.
Por su parte, Stern, de 19 años, que acudió a la Audiencia Nacional acompañado por sus padres y su abogado, Benet Salellas, declaró ante Pedraz en catalán durante unos 20 minutos y reconoció haber participado en la quema de fotos, una acción que justificó por su posición en contra de la Monarquía y de los Borbones que, según dijo, "no han respetado los derechos de los catalanes".
Tras su comparecencia, Pedraz dictó un auto en el que explica que no cabe la imposición de medidas cautelares, tal y como pedía el fiscal, dado que el delito del que se le acusa -injurias graves a la Corona (castigado con penas de entre seis meses y dos años de cárcel- "no lleva aparejada pena grave".
Añadía además para justificar su decisión que "no se constata riesgo de fuga alguno por cuanto el imputado ha acudido voluntariamente a la citación judicial".
Stern, al igual que Roura, fue identificado por los Mossos por el vídeo que grabaron de estos incidentes, ocurridos durante la concentración de centenares de independentistas frente al Ayuntamiento de Gerona en protesta por la presencia del Rey en la inauguración del Parque Científico y Tecnológico de la ciudad.
Por su parte, su compañero Fernando Grande-Marlaska, quien investiga la quema de fotografías de los Reyes el pasado sábado en Gerona y Molinos del Rey, tomará declaración como imputados el próximo jueves a las nueve personas que han sido identificadas hasta el momento por los Mossos D'Esquadra como autoras de estos hechos, calificado de un delito de injurias al Rey.
Además, mientras Pedraz tomaba declaración a Stern, el fotógrafo catalán Jordi Ribot, profesor de la Universidad de Vic y freelance, comparecía ante Grande-Marlaska por haberse negado a entregar el material gráfico que obtuvo en la manifestación del día 22 en Gerona.
Ese día, sábado, unas 300 personas se manifestaron en Gerona y unas 100 en Molinos del Rey (Barcelona) en solidaridad con el primer joven identificado como autor de la quema de fotos el día 13 en Girona, Jaume Roura, y, tras leer sendos manifiestos, algunas de ellas quemaron una cincuentena de fotos de los Reyes de España.
Tras declarar como testigo, Ribot se comprometió con el juez a entregar sus fotografías a los Mossos D'Esquadra para que puedan identificar a los participantes en ese acto en el que se quemaron fotos de los Reyes y explicó que si no las había entregado ya era porque cuando se las requirieron no le mostraron una orden judicial, pero que ahora las pondría a su disposición porque si no podría incurrir en un delito desobediencia.
Por su parte, Stern, de 19 años, que acudió a la Audiencia Nacional acompañado por sus padres y su abogado, Benet Salellas, declaró ante Pedraz en catalán durante unos 20 minutos y reconoció haber participado en la quema de fotos, una acción que justificó por su posición en contra de la Monarquía y de los Borbones que, según dijo, "no han respetado los derechos de los catalanes".
Tras su comparecencia, Pedraz dictó un auto en el que explica que no cabe la imposición de medidas cautelares, tal y como pedía el fiscal, dado que el delito del que se le acusa -injurias graves a la Corona (castigado con penas de entre seis meses y dos años de cárcel- "no lleva aparejada pena grave".
Añadía además para justificar su decisión que "no se constata riesgo de fuga alguno por cuanto el imputado ha acudido voluntariamente a la citación judicial".
Stern, al igual que Roura, fue identificado por los Mossos por el vídeo que grabaron de estos incidentes, ocurridos durante la concentración de centenares de independentistas frente al Ayuntamiento de Gerona en protesta por la presencia del Rey en la inauguración del Parque Científico y Tecnológico de la ciudad.