L D (EFE) Antes de la hora prevista para el inicio de la marcha, casi una decena de furgonetas y el helicóptero de la Ertzaintza se situaron en la calle Autonomía para impedir el desarrollo de la manifestación, prohibida por el Juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional.
A pesar de la prohibición, los proetarras decidieron mantener la convocatoria y más de un millar de sus simpatizantes se concentraron en la zona del pabellón de deportes de La Casilla. Al ver que no podían tomar el itinerario previsto, intentaron marchar por otras calles, como Doctor Areilza o Benito Pérez Galdós, lo que fue impedido por la Policía autónoma.
Esto provocó que varios de los manifestantes cruzaran y quemaran contenedores, cortando calles, por lo que la Ertzaintza realizó varias cargas para dispersarlos y detuvo al menos a cinco personas.
