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Rajoy: "No quiero entrar en polémica ni con Marruecos ni con el Gobierno"

Ni Marruecos ni tampoco el Gobierno han recibido respuesta por parte de Rajoy. El primero tachó de "atentado" su visita a Melilla y el segundo habló de "provocación". Sin embargo, el líder del PP aseguró que la suya es una estancia "en positivo", y que no quería "polemizar". La ciudad le ha ovacionado.

Ni Marruecos ni tampoco el Gobierno han recibido respuesta por parte de Rajoy. El primero tachó de "atentado" su visita a Melilla y el segundo habló de "provocación". Sin embargo, el líder del PP aseguró que la suya es una estancia "en positivo", y que no quería "polemizar". La ciudad le ha ovacionado.

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha querido impregnar de "absoluta normalidad" su visita a la ciudad autónoma de Melilla. Sin embargo, y aunque así debería de haber sido, lo cierto es que su desplazamiento a territorio patrio dejó de adquirir esos tintes desde que Marruecos lo tachara como "atentado contra la dignidad". Tampoco ayudan palabras como las de José Montilla acusándole de "crear problemas".

Con la bandera española y melillense como escolta, el jefe de la oposición ha protagonizado una rueda de prensa en la que ha querido dejar clara una idea por encima de cualquier otra: "no hay ninguna razón para que no pueda desplazarme por el territorio nacional, ninguna".

Previamente, Rajoy aterrizaba en el pequeño aeropuerto de la ciudad bajo una fuerte presencia policial. Y es que, ante la amenaza de colectivos marroquíes de boicotear la visita -ya a primera hora se había colgado carteles ofensivos en la frontera-, la Delegación del Gobierno decidió reforzar la vigilancia. Sin embargo, lo que se dio el presidente de los populares fue un auténtico baño de multitudes.

Ya en el centro de Melilla, decenas de personas le recibieron con aplausos y con gritos de "presidente, presidente". "La respuesta ciudadana ha sido clara y contundente, Marruecos no tiene potestad alguna para marcar la agenda", sentenciaba un miembro de la delegación que acompañó a Rajoy, en conversación informal con Libertad Digital.

Posteriormente, breve reunión con el Gobierno de Juan José Imbroda, que le ha transmitió la necesidad de fomentar las infraestructuras, el turismo y la economía en general.

"Me desplazo con absoluta normalidad por todo el territorio nacional. Hoy estoy en Melilla, mañana en Palma de Mallorca, el sábado en Barcelona y el domingo en Antequera. Lo hago, y lo seguiré haciendo", destacó Rajoy, en su breve comparecencia ante los medios.

Rajoy no se saltó el guión, y viró en este argumento toda su intervención. Tachó de "normal" su desplazamiento y recordó que desde que es líder del PP ha acudido ocho veces a la localidad. Pero más aún, "antes, siendo ministro, yo he estado en Melilla como también he estado en Ceuta" porque, según dijo, "es lo normal".

En cuanto a la virulenta respuesta del reino de Mohamed VI, asegura el jefe de la oposición que la suya es una visita "en positivo" y lamenta que "alguien le atribuya una cuestión negativa". "Yo no quiero entrar en ninguna polémica con Marruecos. Tenemos mucho que ganar desde el entendimiento y la cooperación y tenemos que ganar si vamos de la mano. En mi opinión debemos trabajar juntos y en beneficio de nuestro país cultivando lo mucho que nos une", recalcó.

Una paz que hace extensible al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. "No voy a entrar en polémica ni con Marruecos ni con el Gobierno, que viene habitualmente a Melilla. Si viene más o viene menos no es mi problema. Yo he venido ocho veces. No voy a polemizar con este asuntos" como tampoco "voy a renunciar a ninguna de mis convicciones".

Un intento de no polemizar que ha roto en cierta forma el discurso de varios de sus compañeros de partido. La vicesecretaria de Organización, Ana Mato, se quejó de que el Gobierno no fuera lo suficientemente contundente "a la hora de defender" la foto de Rajoy en Melilla, mientras que fuentes de la dirección nacional aseguraban que "Marruecos podía decir misa" porque "Melilla es España".

María Dolores de Cospedal también irrumpió en el debate, para tachar de "absolutamente inconcebible y muy lamentable" que el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, en consonancia con Montilla, definiera de "provocación a Marruecos" la cita de Rajoy.

Sea como fuere, el país vecino debe de empezar a acostumbrarse a ver a Rajoy en Melilla, a tenor de sus propias palabras. Y es que, según anunció, volverá de visita oficial si se convierte en el próximo presidente del Gobierno dentro de esa "normalidad" que no ha dejado de mentar.

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