L D (Europa Press) El menor G.M.V., alias "El Gitanillo", aceptó la medida de 6 años de internamiento y otros 5 de libertad vigilada que solicitó para él la fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez por el cargo de colaboración con banda armada, en el primer juicio celebrado por los atentados del 11-M. Según el escrito de conclusiones de la fiscal, que fue aceptado por las partes, el menor participó en el robo y en el transporte de explosivos que sirvieron para realizar los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid, que provocaron 190 víctimas mortales y más de 1.430 heridos.
Al inicio de la vista, la fiscal, tras oír a dos miembros del equipo técnico del centro de internamiento donde se encuentra recluido el menor, decidió rebajar de 8 a 6 años su petición de medida de internamiento para "El Gitanillo". Blanca Rodríguez consideró que una medida de 8 años de internamiento implicaría que el último año de cumplimiento fuera trasladado a un centro penitenciario, algo que no sería "conveniente" según el informe de las psicólogas del centro que han realizado el seguimiento del menor.
El acusado aceptó la pena rebajada, por lo que el juez no consideró necesario seguir con la vista oral, y le impuso la pena de 6 años aceptada por las dos partes. La sentencia íntegra, que es firme por haber sido aceptada por la fiscal y el abogado defensor, se conocerá en los próximos días. Los miembros del equipo técnico que declararon al inicio de la vista oral consideraron "conveniente" que el menor no ingresara en prisión, circunstancia que se produciría si fuera condenado a 8 años de internamiento, que era la petición inicial de la fiscal.
Un entorno familiar "desestructurado"
En ese caso, cuando G.M.V. cumpliera 23 años, el año de condena que le quedaría por cumplir lo pasaría en un centro penitenciario como adulto. Asimismo, los dos empleados del centro de internamiento consideraron que el menor ha progresado adecuadamente durante los cinco meses que lleva recluido, y señalaron que el medio social y familiar en el que vivía el acusado hasta su detención no era "favorable". Fuentes jurídicas indicaron que el entorno familiar del menor está "desestructurado", ya que, entre otras circunstancias, el padre del menor se encuentra en prisión.
El primer juicio por los atentados del pasado 11 de marzo en Madrid duró 21 minutos. El menor, que estuvo acompañado por su madre en todo momento, fue protegido visualmente del público -compuesto en su gran mayoría por periodistas- por un biombo. Entre las personas que asistieron se encontraba una familiar de una víctima de los atentados, que no pudo reprimir el llanto durante toda la vista, y el portavoz de una asociación de víctimas del 11-M. La primera en intervenir fue la fiscal Blanca Rodríguez, quien, antes de hacer firme su petición, prefirió escuchar a las dos mujeres miembros del equipo técnico del centro de internamiento. Después de que la representante del Ministerio Público decidiera rebajar su petición de 8 a 6 años, y de que el abogado del menor se declarara conforme, el secretario procedió a la lectura del escrito de conclusiones provisionales de la fiscal.
La pena será revisada a la mitad de la condena
Al finalizar la lectura, el juez Vázquez Honrubia preguntó a G.M.V. si estaba conforme con los hechos que le imputa la fiscal, a lo que el menor respondió afirmativamente. Así, el magistrado consideró no necesaria la celebración de la vista oral, al reconocer el acusado ser autor de un delito de colaboración con banda armada en relación con el transporte y suministro de sustancias explosivas a un grupo terrorista. De esta forma, el juez Central de Menores de la Audiencia Nacional le impuso la medida de 6 años de internamiento, otros 6 de inhabilitación absoluta y 5 de libertad vigilada. La Ley del Menor, en virtud de la cual se ha desarrollado el proceso contra G.M.V., prevé que a la mitad de la condena la misma sea revisada.
Según la fiscal, "en todo momento tuvo conocimiento de la actividad que estaba llevando a cabo Emilio Suárez Trashorras consistente en la obtención ilegal del abundante material explosivo y detonadores, que conseguía a través de su contacto en la Mina Conchita y que entregaba a un grupo de personas de raza árabe, recibiendo a cambio dinero y hachís".
La ley del menor, que el Gobierno se ha comprometido a reformar para adecuar las penas a los delitos cometidos, establece penas máximas de ocho años de internamiento en centros de menores. Una vez cumplida la pena el menor sale en libertad vigilada durante cinco años y después queda en libertad completa. La actuación de "El Gitanillo" facilitó que el 11 de marzo de 2004 se produjera un atentado en Madrid que se cobró la vida de casi 200 personas y causó miles de heridos.