L D (EFE)
En un nuevo comunicado hecho público este martes por el Ministerio de Defensa, el departamento que dirige Federico Trillo-Figueroa sale al paso de otra información publicada por
El País
titulada: "Defensa preparó a 19 oficiales para justificar la guerra". El periódico afirma que Defensa entregó a los militares "un manual con 62 preguntas y sus respectivas respuestas, al que debían ceñirse en sus declaraciones públicas" en radio y televisión, y que "daba por hecho que Irak disponía de armas de destrucción masiva".
Según el comunicado del Ministerio, este departamento se limitó a preparar un equipo de expertos militares para atender las peticiones de "asesoramiento" de los medios de comunicación sobre el conflicto. La nota de Defensa recoge unas declaraciones de Federico Trillo en las que afirma que "nosotros les dimos la información que precisaban, contenida en las directivas del propio ministro de Defensa cuando organiza una misión o en los debates parlamentarios. No inventamos nada ni adoctrinamos a nadie".
El ministro rechaza que se obligara a los militares a ceñirse a nada: "La prueba está en las hemerotecas y en las fonotecas de los propios medios de comunicación. Lógicamente, les orientábamos". Trillo niega además la existencia de ningún manual sobre armas de destrucción masiva. "Lo que el Ministerio suele hacer –explica–- cuando se pone en marcha una misión es un denominado manual de área, de difusión limitada, no secreta, con la información disponible sobre la población que va a ser visitada, sus costumbres sociales y religiosas".
Este libro contiene también un pequeño diccionario del idioma local e información de armas que se pueden encontrar. "Todo eso, valorado en términos de informe sobre las armas de destrucción masiva, me parecer un disparate", afirma Trillo.
Según el comunicado del Ministerio, este departamento se limitó a preparar un equipo de expertos militares para atender las peticiones de "asesoramiento" de los medios de comunicación sobre el conflicto. La nota de Defensa recoge unas declaraciones de Federico Trillo en las que afirma que "nosotros les dimos la información que precisaban, contenida en las directivas del propio ministro de Defensa cuando organiza una misión o en los debates parlamentarios. No inventamos nada ni adoctrinamos a nadie".
El ministro rechaza que se obligara a los militares a ceñirse a nada: "La prueba está en las hemerotecas y en las fonotecas de los propios medios de comunicación. Lógicamente, les orientábamos". Trillo niega además la existencia de ningún manual sobre armas de destrucción masiva. "Lo que el Ministerio suele hacer –explica–- cuando se pone en marcha una misión es un denominado manual de área, de difusión limitada, no secreta, con la información disponible sobre la población que va a ser visitada, sus costumbres sociales y religiosas".
Este libro contiene también un pequeño diccionario del idioma local e información de armas que se pueden encontrar. "Todo eso, valorado en términos de informe sobre las armas de destrucción masiva, me parecer un disparate", afirma Trillo.
