Según las fuentes judiciales consultadas por el diario extremeño, el caso habría quedado ya visto para sentencia. La hija del etarra, Iraitz, denunció a su padre hace cinco años, asegurando quela había violado en el verano de 1991 cuando le visitó en Nicaragua, donde se escondía con otros miembros de ETA.
La querella además añade que la mujer, que entonces tenía 14 años, tenía anorexia y tuvo que ser hospitalizada en grave estado cuando regresó a su domicilio en el sur de Francia.
Según publica Hoy, el acusado habría reconocido haber cometido "abusos deshonestos" con su hija, delito ya prescrito en la legislación francesa. No obstante, negó haber incurrido en violación por penetración, delito que sí conservaría la vigencia penal.
Zuriarrain cumplió condena en una prisión parisina, condenado por asociación de malhechores con fines terroristas, entre el 26 de julio de 1996 y el 4 de mayo de 1998.
El etarra fue detenido el 23 de julio de 1996 en un hotel de Villejuif, municipio limítrofe con París, en una operación policía que logró descabezar el aparato logístico de ETA con el arresto de Julen Atxurra 'Pototo' y Daniel Dergi.
Zurriarain confesó haber huído en 1988 de Nicaragua, y que desde 1993 residía en México, de donde acababa de regresar para reunirse con su esposa y su hija para solucionar problemas familiares. Las dos fueron también detenidas, y puestas en libertad sin cargo. Según contaron, Mikel Zuriarrain se instaló en los años 80 en el sur de Francia, donde vivía en situación irregular, para eludir una causa que tenía abierta la justicia española por tenencia ilícita de armas. Mikel Zuriarrain formó parte de la colonia de etarras asentada en el país centroamericano al amparo del régimen sandinista.